Escrito Por: Toribio Azuaje
«La unión hace la fuerza y la discordia debilita». (Esopo)
Precarizar según el DRAE, es «convertir algo, especialmente el empleo, en precario, inseguro o de poca calidad». Es como llevar a niveles de insostenibilidad lo que ayer fuera prospero y dinámico
En el campo venezolano se escuchan los gritos por todos los costados, por los cuatro puntos cardinales se levantan las voces campesinas, los gritos del silencio surgen desde llanos y los montes, se desplazan entre las multitudes dibujando el mismo paisaje sombrío y desesperanzador.
En una de esas tanta reuniones, hace unos días un agricultor de Santa Rosalía en los llanos Portugueseños nos comentaba con la tristeza al borde de las lágrimas, que hubo de desprenderse de una sembradora que jamás podrá volver a adquirir, para obtener recursos que le permitiera afrontar la siembra de maíz del ciclo productivo, se vio obligado por la situación país a venderla y así poder sembrar, que es la tarea a cumplir todos los años. Al término de la cosecha se encontró con lo que todo los agricultores tienen que afrontar cada año, precios por debajo de los costos de producción. De esa manera sus cosechas se desvanecen año tras año hasta convertir la actividad más honorable y digna en un peso difícil de soportar en las espaldas.
El mismo comentario me lo hacía un compadre en Valera, quien ha venido desprendiéndose de algunos de sus implementos y equipos, para poder sobrevivir en estos momentos en que nos encontramos cercanos a la inopia. Como todos sus compañeros de campos y labores no puede competir con su amado cultivo de solanáceas, frente a la injusta importación de papas colombianas que inundan el mercado nacional colocando a nuestros campesinos en franco proceso de despedida colectiva.
Nuestros agricultores están trabajando a perdida, los costos de producción en los distintos rubros y en las diferentes regiones del país, no permiten su subsistencia, los pequeños y medianos campesinos tienden a desaparecer, pareciera un plan para que solo los grandes agricultores y consorcios del agro venezolano puedan mantenerse de pie.
No hay financiamiento, no hay insumos de fácil acceso y precios razonables, no hay investigación científica para mejorar los niveles de producción y productividad, carecemos de una política de Estado en materia agrícola, la falta de combustible en el campo Venezolano es el puntillazo que coloca al campesino y agricultor en condiciones de precariedad que ponen en riesgo su actividad productiva que significa su condición de vida.
Nada es casual, todo obedece a un plan. La precarización es un arma de dominación. Mientras menor sea la capacidad de respuesta y de movilidad de las población, mayor será los niveles de dominación sobre las masas. Es así como los centros de poder mundial se imponen y controlan.
Solo la organización, la integración nos permitirá niveles de respuesta satisfactorios para la defensa de nuestros espacios y derechos.
Mientras los poderosos se unen y nos ahorcan, nosotros nos distraemos en nimiedades que nos alejan cada vez mas de las victorias.
Los campesinos somos una sola masa trabajadora, un solo sujeto histórico transformador, si logramos integrarnos aún en la diversidad, seremos invencibles y otro futuro tendrá la Venezuela hermosa que queremos todos.
Vía: diariodelosandes.com