Nuestra constante prédica Naturacentrista que expresa, «o cambiamos nuestros métodos de producción y de consumo, o tendremos que cambiar de planeta», nos orienta hacia la búsqueda de practicas agrícolas menos agresivas con los suelos, cuerpos de agua y todo ese mágico mundo natural. Son númerosos los beneficios que para el campesino productor de café trae consigo la práctica del cultivo de café bajo técnicas agronomicas orgánicas. Además, son muy amplios también los beneficios para el consumidor y lo más importante, para el ambiente y la naturaleza en general quien resulta ser la mas beneficiada. Desde esta optica Naturacentrista abordaremos el tema de hoy.
El cultivo orgánico de café se ha convertido en una opción cada vez más popular para los productores y consumidores conscientes del medio ambiente. La producción de café orgánico implica la utilización de prácticas agrícolas sostenibles que no usan productos químicos sintéticos perjudiciales para el medio ambiente y la salud humana.
Para los campesinos y productores de este rubro agrícola, el cultivo orgánico de café puede ser más que un simple enfoque ambiental. La práctica puede ser mucho más rentable, ya que los cafés orgánicos de alta calidad a menudo se venden a un precio más alto que los cafés convencionales. Además, los agricultores que cultivan café orgánico pueden obtener la certificación de organismos reguladores nacionales e internacionales, lo que les permite acceder a una base más amplia de clientes potenciales.
Sin embargo, el proceso de transición a un cultivo orgánico puede ser desafiante. Los agricultores experimentan un período de menor producción mientras se adaptan a prácticas agrícolas sostenibles. Además, el uso de productos químicos sintéticos se ha convertido en una dependencia para los agricultores y la transición a prácticas orgánicas puede resultarle costosa.
De ninguna manera resulta fácil todo este proceso para obtener la certificación de cafés orgánicos, no existen mecanismos expeditos para tal fin. Por el contrario resulta engorroso y poco promovido, más allá del esfuerzo que han puesto en ello quienes se agrupan en la Asociación Nacional de café orgánico, que han tenido que batallar muy duro para ver cristalizado sus propuestas que reivindiquen está actividad de cultivar café bajo estas condiciones agronómicas.
Vivimos en un mundo donde se premian las actividades que golpean y destruyen a la naturaleza, mientras se obstruye los métodos que beneficiarían al mundo natural.
Si hablamos de obtener la certificación como productor de café orgánico en Venezuela resulta ser un gran desafío para los campesinos y agricultores. El gobierno ha establecido normas y requisitos estrictos que deben cumplirse antes de que un cafetal pueda recibir la certificación. Un obstáculo importante es el alto nivel de burocracia involucrado en el proceso de certificación. Los agricultores deben presentar una gran cantidad de papeleo y documentación, así como someterse a inspecciones periódicas para garantizar que sus labores agrícolas cumplan con los estándares orgánicos.
Otra dificultad es el costo asociado con la obtención de la certificación. Los agricultores deben cubrir los gastos de las inspecciones, las pruebas de laboratorio y las tarifas administrativas, que pueden ser una carga importante, especialmente para los pequeños agricultores con recursos limitados.
Además, muchos agricultores luchan por cumplir con los requisitos específicos para la certificación orgánica. Esto incluye usar solo fertilizantes y pesticidas aprobados, usar técnicas agrícolas sostenibles y mantener un alto nivel de calidad del suelo. Estos estándares estrictos pueden ser un desafío, especialmente para los agricultores que pueden carecer de los recursos o la capacitación para implementarlos de manera efectiva.
En resumen, el proceso de obtención de la certificación como productor de café orgánico en Venezuela puede presentar importantes obstáculos y dificultades para los caficultores. El alto nivel de burocracia, el costo y los estrictos requisitos involucrados pueden convertirlo en un proceso lento y casi que imposible.
Por otro lado, retornando a lo positivo del asunto, para los consumidores, el café orgánico ofrece una opción más saludable y sostenible. Los estudios han demostrado que los granos de café orgánicos tienen un mayor contenido de antioxidantes que los granos de café convencionales, lo que puede ser beneficioso para la salud. Además, al comprar café orgánico, los consumidores apoyan la agricultura sostenible y la conservación de la naturaleza.
En resumen, el cultivo orgánico de café es una opción cada vez más popular para los agricultores y consumidores conscientes del medio ambiente. Si bien la transición a un cultivo orgánico puede ser desafiante, los agricultores pueden obtener beneficios financieros y de marketing mientras que con estas prácticas protegen a la naturaleza. Los consumidores pueden disfrutar de una taza de café más saludable y sostenible al elegir café orgánico.
Cuando disfrutes de una sabrosa taza de café piensa si es orgánico o no, piensa además en quien lo produce, el campesino, y además piensa en el beneficio que nos aporta la práctica de técnicas agronómicas sanas y amigables con la naturaleza.
Vía: plumadecafe.blogspot.com