Minuta Agropecuaria.-
Atrás quedaron los lauros otorgados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas inglés) al gobierno venezolano por garantizar la seguridad alimentaria. De acuerdo a un informe publicado por el organismo Venezuela está entre los países con riesgo de inseguridad alimentaria para su población.
De acuerdo al trabajo, seis países latinoamericanos integran la lista, pero solo Venezuela y Haití poseen alto riesgo de no garantizar el consumo de alimentos a todos sus habitantes. No obstante, las otras cuatro naciones (Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua) , son calificadas en el informe con un nivel menor de alerta.
El documento menciona que Venezuela experimenta una severa y prolongada crisis económica que enfrenta una hiperinflación desde noviembre de 2016. Detalla que de acuerdo al Fondo Monetario Internacional (FMI) el Producto Interno Bruto (PIB) caerá en 2019 hasta alcanzar una reducción acumulada en su crecimiento del 50%.
“Esto se debe principalmente a la caída en picada de la producción de petróleo y al empeoramiento de las condiciones en el sector no petrolero”, señala el informe.
El trabajo concluye que la población venezolana ha sufrido por el colapso de los salarios y del valor de la moneda local; la escasez de alimentos, medicamentos y suministros básicos, y el deterioro de los servicios de salud, la educación y la infraestructura.
“La prevalencia de la subnutrición está aumentando. Los porcentajes de personas subnutridas en el país se ha triplicado: del 3,6% en 2013 al 11,7 por ciento en 2017 (casi 3,7 millones de personas)”, mencionó la FAO.
Otros indicadores mostrados que avalan el riesgo es que el 80% de los hogares en el país no puede garantizar tener una adecuada alimentación y que el 90% recibe un ingreso que es insuficiente para comprar comida. “El país ha perdido 3,5 años de esperanza de vida al nacer”, indicó la FAO.
Según la FAO el riesgo de inseguridad alimentaria en un país se traduce en la posibilidad de que sus poblaciones sufren hambre debido a la incapacidad de sus estados de desarrollar sus sistemas agrícolas y de garantizar que la comida llegue, en especial, a los más vulnerables como los niños menores de un año. (Ramón Ballester)