Minuta Agropecuaria |8 Abril 2024
En el área de recursos genéticos, un banco de germoplasma es un lugar destinado a la conservación de la diversidad genética del cultivo de la caña de azúcar, en este caso. Uno de los principales aportes de los bancos de germoplasma, además de su natural función de conservación de la diversidad genética de especies vegetales, es disponer de material genético para ser utilizado en investigación y en la recuperación del cultivo.
Muchos de los cultivares que utilizamos hoy día en caña de azúcar, fueron obtenidos por los programas de mejoramiento genético, producto del cruzamiento de materiales que se cultivaban en el pasado. Ahora el foco de los programas de fitomejoramiento ha estado dirigido, principalmente, hacia el aumento del rendimiento y calidad, dejando fuera muchos caracteres (genes) de importancia, que podrían ser requeridos en un futuro cercano. Los bancos de germoplasma vegetal cuentan con gran cantidad de material genéticos es por ello que sus procedimientos tienen que ser diseñados para dar acceso a quienes manifiesten interés por los recursos genéticos conservados y por la información de cada material conservado. El material vegetal conservado corresponde, principalmente, al generado por los programas de mejoramiento genético de muchas instituciones, proveniente de intercambios con bancos internacionales y con el pasar de los años, la cantidad de material conservado en nuestro Banco de Germoplasma ha ido aumentando.
La función más relevante de los bancos de germoplasma es la preservación de los recursos genéticos. Como ya se mencionó, una parte importante del material resguardado forma parte de los programas de fitomejoramiento. Sin embargo, la obtención de cultivares mejorados, producto de un intenso trabajo de selección, se ha traducido en una disminución de la base genética, lo que puede traer diversas consecuencias negativas, como la pérdida de características importantes relacionadas con la tolerancia a estreses abióticos y resistencia a plagas y enfermedades. En este contexto, los bancos de germoplasma son estratégicos, ya que en ellos es posible encontrar una diversidad genética que podría dar respuestas a muchos de los desafíos de la cañicultura actual y futura en nuestro país.
Nuestro Banco de Germoplasma cuenta con 635 materiales de caña de azúcar, siendo bastante pequeño en comparación con otros países que tienen inmensos bancos de germoplasma y en donde están presentes importantes cultivares como el del grupo de las Barbados con 168 cultivares, del grupo de las Clewiston-USA (CL) con tres cultivares, del grupo de las Cubanas- Cuba (C) con 26 cultivares, del grupo de Cenicaña Colombia (CC) con 6 cultivares, del grupo de las Canal Point-USA (CP) con 59 cultivares, del grupo de las Coimbatore- India (Co) con 15 cultivares, y así pasando por el grupo de las Central Romana-Rep. Dominicana (CR), de Australia con la Queensland y Ragnar, Mexicana (Mx), Mayarit (MY), Proefstation Oost Java (POJ), Hawaianas (H), Demerara Berbice-Guayana (DB), del Instituto Agronómico de Campinas-Brasil (IAC), de Ridesa Brasil (RB), de Puerto Rico (PR) y obviamente del INIA de Venezuela (V), incorporándose los nuevos cruzamientos obtenidos a través de FUNDACAÑA, como lo son las FV, del cual, nosotros, SOCA-PORTUGUESA participamos de manera activa a la generación de nuevos cultivares. Con este leve paneo de los cultivares presente en nuestro Banco de Germoplasma, se refleja la gran importancia que reviste la conservación del mismo, lo cual se traduce en tener al alcance la gran variabilidad genética de la caña de azúcar a la mano de los principales cultivares a nivel mundial, para seguir en la labor de conseguir cultivares que se adapten totalmente a nuestras propias condiciones.
Gerardo Skrut .-
Trabajo realizado para nuestra 4ta edición impresa