Minuta Agropecuaria.-
La falta de ingreso de nueva maquinaria agrícola al país, el difícil acceso a las granjas de cultivo por el deterioro de las arterias viales, la escasez de repuestos y el déficit de transporte agudizan el esfuerzo que desde el campo venezolano hacen los productores para mantener la producción y el poco abastecimiento que genera.
Desarmados y en deterioradas condiciones, se encuentran la mayoría de los equipos agrícolas, entre ellos las maquinas para el arado y surcado de la tierra. Ante esto y la desatención por parte de la empresa Pedro Camejo, los productores agropecuarios deben acudir al alquiler de máquinas de arado y surcado de empresas particulares.
“Ellos nos cobran 1 millón de bolívares por hora y nosotros necesitamos utilizarla 10 horas más o menos, cuatro veces al año. Entonces, ¿cómo quiere que vendamos un kilo de yuca a 10 mil bolívares?”, dijo Néstor Urdaneta, encargado de una granja.
Para Néstor, el precio del alquiler de los tractores es entendible: “Si un cuñete de aceite pasa de los 10 millones de bolívares y los cauchos pequeños del tractor no bajan de los 60 millones”, reseña un portal web.
Por su parte, el profesor Werner Gutierrez, afirma que cada año se deberían reponer 5 mil tractores nuevos al mercado agrícola, «pero eso no ocurre. Desde hace casi siete años, Venezuela no está ingresando máquinas nuevas”, al añadir que tampoco ingresan al país repuestos para las máquinas existentes.
“Alrededor del 70 % de la maquinaria en el parque del sector agrícola está paralizada en estos momentos por falta de repuestos, por eso piden precios tan especulativos por el uso de la poca maquinaria que queda útil en el campo”, explica Gutiérrez.