Minuta Agropecuaria | 10 Octubre 2023
Un llamado a la reflexión, realizó el agricultor y dirigente Ramón Elías Bolotin, directivo de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro), ante la “anarquía” en los campos maiceros y las prácticas “arbitrarias” de “coqueo” del cultivo, en muchos casos, sin aprobación del agricultor.
En plena cosecha de invierno, se puede ver esta práctica de «coqueo» en los lotes cercanos a los poblados, con el maíz que queda luego que pasa la cosechadora y que pertenece al productor.
«Después que termina la cosechadora, la gente se mete al campo y recoge lo que queda. Eso se llama ‘coqueo’, es decir, lo que las máquinas no lograron cosechar. Antes, el productor lo recogía y lo cosechaba con los rebuscadores. Hoy día, el productor pierde ese maíz», comentó.
Se calcula que queda en el campo entre 30 y hasta 500 kilos por hectáreas y eso depende de varios factores. “Depende del material que se sembró, si es un material resistente al vuelco, del control de maleza o cuando el viento ha tumbado mucho. No es justo que después de tanto esfuerzo, venga otro y le quite esa cosecha al productor”, aseveró.
Para contrarrestar un poco esta práctica, los agricultores disponen de una partida adicional para el resguardo de los cultivos. “El maíz hay que cuidarlo desde que tiene 70 días hasta que se cosecha. Son más de dos meses que hay que tener ‘guachimanes’ para cuidar el cultivo y es un costo país que no existe en otra parte”.
Aunque reconoció que los organismos de seguridad atienden el llamado del productor, rechazó que “algunos ‘coqueadores’ le meten candela al lote para descubrir las mazorcas y eso sí es una práctica perversa. Eso hace un daño al terreno y puede pasar a un maíz que no se haya cosechado. El respeto a la propiedad privada en el campo no siempre ocurre”, afirmó.
Mireya Mireya Moya.-