Minuta Agropecuaria.-
¿En dónde se había visto que un venezolano tenía que hacer trueque para adquirir un producto de la cesta básica? Cuando lo teníamos todo… pero no lo sabíamos” expresó con pesar la enfermera y ama de casa Isolina Querales, con respecto a la modalidad de adquisición de productos que cada vez más se incrementa en Venezuela.
Muchas son las personas que se ven obligadas a recurrir a esta forma de adquisición, ya que no todos son capaces de realizar las largas colas para obtener los productos de primera necesidad.
Esta tendencia implementada hace más de dos años, surgió debido al incremento de la escasez de alimentos causada por la crisis económica que hoy en día se está presentando en el país. Productos que van desde arroz, pastas, harinas, incluso de higiene como lo es la crema dental o jabón en polvo y las medicinas, son intercambiados por medio de diferentes redes o grupos telefónicos.
De igual manera, la modalidad ha ido en aumento en los últimos meses, siendo impulsados por las nuevas tecnologías, ya que facilitan el intercambio y la comunicación. Unas de las principales plataformas son las redes sociales Facebook y Whatsapp, donde existen grupos de todas las ciudades para la comodidad de todos.
“Ya eso es un virus. Ya se ve en todas las redes sociales, sin ninguna excepción” comenta la Sra. Isolina Querales.
Sin embargo, no todos los venezolanos están felices con la situación, pues si bien es una manera de obtener productos, no siempre existen los intercambios equitativos, debido a que todo es llevado a cabo por la necesidad, sin tomar en cuenta el precio de cada producto.
“Esta es una situación donde unos ganan y otros pierden, pues a veces hay que cambiar un producto más costoso por uno más barato. Y todo eso se debe a la necesidad que se está viviendo” explicó.
Cabe destacar, que esta situación ha ido evolucionando con el tiempo, ya que el trueque no quedó sólo en el intercambio de productos alimenticios o básicos, sino que también existe el intercambio de ropa, zapatos, relojes, pañales y celulares, cuyos anuncios compiten con el cada vez más popularizado trueque de alimentos y con la ya tradicional oferta de bienes escasos a un precio muy superior al establecido por el Gobierno.