La escuela equina que enseña a sus alumnos las actitudes apropiadas, el respeto y amor por el caballo

No es tan popular como una práctica de fútbol o béisbol, pero existe y es una alternativa más para los niños, jóvenes e, incluso, adultos en el estado Portuguesa. En la Hacienda Canaima, ubicada en Acarigua, opera la Escuela Equina Hecequiel Sequera, en la que hacen vida unos 18 chamos que se preparan en el deporte ecuestre, conocido mundialmente por sus beneficios para la salud.

La escuela, que nació luego de un exitoso plan vacacional para el año 2014, busca desarrollar en sus alumnos los conocimientos, habilidades y actitudes apropiadas que determinan la práctica de la equitación y el manejo del caballo en sus múltiples aristas.

«La equitación brinda una serie de ventajas físicas y emocionales a los niños, como mejorar la coordinación y el equilibrio, desarrollar el sentido de la orientación, así como la concentración», explicó el instructor y fundador de la Escuela que lleva su mismo nombre, Hecequiel Sequera.

«Buscamos despertar la creatividad, disciplina y constancia en el alumno. Además se crea un vínculo entre el caballo y el niño que genera un entorno de empatía, solidaridad, cooperación y entendimiento», dijo.

Formación

Y, si bien puede no parecer una excelente manera de hacer ejercicio, sentarse en un caballo involucra todos los músculos que se desarrollan al mantener el equilibrio y la postura, a medida que se aprende a controlar al caballo.

Esto es el inicio de la formación en la Escuela Equina, que comprende un pénsum de siete niveles que van desde la familiaridad del caballo, su control, equilibrio y velocidad hasta llegar a una disciplina.

«Primero se forma a los chamos con relación a la monta del caballo como mantener el equilibrio, conducir el caballo y, en pocas palabras, tomar decisión sobre el caballo», dijo.

Existe una amplia variedad de disciplinas ecuestres y deportes equinos para los caballos y que las personas pueden probar y especializarse, mientras desarrollan su confianza, habilidades y conocimientos. En Venezuela, los más practicados son la doma, carrera de caballos y equitación western.

Sequera, quien es entrenador dedicado, perteneciente a una tercera generación de hacedor de caballos, aseguró que uno de los propósitos de su escuela es brindar herramientas al alumno para que no lastimen al caballo.

«Todo se lo debo a los caballos y decidí transmitir lo que los caballos me han brindado desde joven, cómo tomar decisión y ser disciplinado. Una de las prioridades es formar a la persona que le guste el caballo, sin necesidad de violencia», enfatizó.

Niñas a partir de los 4 años y jóvenes que integran la escuela, practican dos o tres veces a la semana y han participado en competencias menores que los ha ayudado a perder el miedo y a controlar lo nervios y la emoción.

Reportaje disponible en nuestra edición impresa N 1

Mireya Mireya Moya.-