Minuta Agropecuaria | 15 Febrero 2024
El uso de la tecnología en la agricultura contribuye a la mejora de índices de preservación del medio ambiente; la agroindustria está viviendo un proceso de transformación y los productores que adopten tecnologías correrán con ventajas en el mercado
En la actualidad expertos en temas ambientales han determinado que el uso de la tecnología en la agricultura contribuye a la mejora de índices de preservación del medio ambiente, se sabe que la agroindustria está viviendo un proceso de transformación y los productores que adopten tecnologías correrán con ventajas en el mercado.
En ese sentido, la tecnología ha demostrado ser una gran aliada para el sector, permitiendo no solo aumentar la productividad, sino mejorar la eficiencia, entre otros beneficios. Al respecto, Rodrigo Tissera, cofundador de Kilimo, agtech que monitorea el riego en los cultivos, comenta cuatro tendencias tecnológicas que están impactando a la agricultura y el medio ambiente.
Herramientas para extraer información disponible: La big data es un sistema de almacenamiento y análisis de una gran cantidad de datos. En la agricultura, está ganando terreno, debido a su proceso de análisis e interpretación de los datos obtenidos en una cosecha. Además, puede generar conocimientos que ayudarán en el trabajo diario del agricultor. Un ejemplo es Kilimo, que se nutre de información satelital, climatológica y del campo para brindar recomendaciones específicas de riego, dependiendo del tipo de cultivo.
Monitoreo remoto: Las zonas rurales tienen un gran desafío para lograr la conectividad. Sin embargo, las agtech han logrado sortear esta barrera. Por ejemplo, es normal encontrar aplicaciones que permiten el control a distancia de procesos involucrados dentro del periodo de cultivo, los que pueden ser manejados desde un dispositivo móvil sin necesidad de estar conectado a internet.
Imágenes satelitales para momentos claves: El uso de imágenes satelitales permite obtener información sobre los fenómenos físicos que ocurren sobre la superficie terrestre y que afectan directamente la producción. La transformación de las imágenes satelitales a ciertos índices facilita el trabajo de los especialistas para la toma de decisiones. Por ejemplo, el NDVI es uno de los índices más utilizados para determinar los valores de KC (coeficientes de cultivos) ajustados a cada sector de riego, y así estimar de manera más eficiente los requerimientos hídricos de los cultivos.
Uso más frecuente de la inteligencia artificial: Cada vez es más frecuente el desarrollo de herramientas tecnológicas que permiten gestionar los cultivos. Esto mejora algunos aspectos en el manejo, como, por ejemplo, predecir las condiciones meteorológicas que influyen en el éxito de una cosecha.
“Con la tecnología implementada por Kilimo, el productor puede monitorear el estado hídrico de sus cultivos a diario, desde cualquier lugar y en cualquier momento, puede controlar la operación y diseñar un plan de riego basado en datos validados, eficientar el uso de recursos y reducir los costos de producción a través de ahorro en agua, fertilizantes y energía”, finalizó el cofundador de Kilimo.