Ing. Agr. M. Sc. Werner Gutiérrez Ferrer
Ex Decano de la Facultad de Agronomía de LUZ
@WernerGutierrez
El venidero domingo habrán transcurrido 58 años de aquel 15 octubre del año 1959, cuando de la mano del doctor José de Jesús González Matheus, decano fundador, se impartiera la primera clase de nuestra por siempre amada y respetada Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia.
Esta fecha marca un hito importante digno de resaltar en la historia regional y nacional, sin embargo, hoy como nunca antes desde aquel momento, nos corresponde celebrar nuestro nacimiento frente a un paisaje desolador y desesperanzador en nuestra agricultura y ganadería. Con vergüenza debemos asumir una responsabilidad que nos es ajena, presenciamos una caída en la ingesta de alimentos jamás sufrida, como consecuencia de la merma en las cosechas y de nuestros rebaños.
Mi invitación es a celebrar este aniversario honrando el legado histórico recibido de quienes impulsaron con dignidad nuestra creación y consolidación como la institución encargada de sembrar el futuro en los campos agrícolas venezolanos. Levantemos nuestra voz, permitámonos sin temor alguno, que retumbe con la misma energía del Relámpago del Catatumbo. La digna herencia de quienes nos formaron nos prohíbe continuar en silencio ante la destrucción premeditada de nuestro sector agropecuario impulsada por el gobierno nacional. No podemos permitirnos el mirar hacia otro lado mientras el criterio de los profesionales de la ciencias del agro es desplazado por politiqueros mediocres junto a una casta militar corrupta e ineficiente que despilfarran y se apoderan de los recursos financieros de la nación, favoreciendo la importación de alimentos.
Durante estos últimos 18 años son infinitos los ejemplos de la ineficiencia y fracaso gubernamental: el Proyecto Diluvio – Palmar, hoy denominado Los Tres Ríos; el cementerio de plantas procesadoras de sábila, yuca y plátano dispersas en la geografía zuliana; la pérdida de más de 1.5 millones de litros de leche diarios que han dejado de ser ordeñados solo en el Zulia, y tener bajo su control diez de los dieciséis centrales azucareros del país, de los cuales sólo funcionan tres.
Dios bendiga nuestra Facultad de Agronomía, y oriente su andar en este momento histórico del agro venezolano en el cual la sociedad toda busca en sus universidades el faro que guíe sus pasos hacia los senderos del bienestar y el progreso. Nos corresponde liderizar el nacimiento de esa nueva Venezuela agrícola que tanto hemos pincelado, esa Venezuela capaz de cosechar en sus campos las sabrosas frutas del Sur del Lago, el apreciado plátano zuliano, el exquisito café de nuestra sierra, la fresca leche perijanera, el añorado «Churrasco Santa Bárbara», el mejor cacao del mundo «El Porcelana», el colorido cambur de Baralt y los nutritivos huevos de Mara, entre tantos otros productos capaces de alimentar nuestro pueblo, y agradar a los más exquisitos paladares del mundo. Si se puede!