Los precios mundiales de los alimentos subieron en febrero, con el índice de precios de los alimentos de la FAO situado en un promedio de 167,5 puntos, un 1,7 por ciento más que en enero, empujado en parte por los fuertes aumentos de los productos lácteos.
El índice, que sirve de indicador de la variación mensual en los precios internacionales de una canasta de productos alimentarios, se encuentra actualmente en su nivel más alto desde agosto de 2018, pero sigue estando casi un 2,3 por ciento por debajo de su valor en el mismo mes del año pasado.
El índice de precios de los cereales de la FAO alcanzó casi 169 puntos en febrero, lo que representa un ligero aumento con respecto a enero, debido a la firmeza de los precios del maíz.
El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO aumentó por su parte un 1,8 por ciento, hasta los 133,5 puntos, marcando su nivel más alto desde octubre de 2018. La subida en febrero se debió sobre todo a los precios más altos para los aceites de palma, soja y girasol.
El índice de precios de la carne de la FAO subió ligeramente, apoyado por el aumento de los precios de la carne de bovino y porcino.
El índice de precios de los productos lácteos aumentó a su vez un 5,6 por ciento respecto a enero, impulsado por la fuerte demanda de importaciones de leche desnatada en polvo, leche entera en polvo y queso. El esperado descenso estacional de la producción de mantequilla contribuyó igualmente al alza de los precios de este producto.
El índice de precios del azúcar de la FAO subió un 1,2 por ciento desde enero, debido en gran medida a la inquietud sobre las perspectivas de producción en algunos de los principales países productores.
El suministro mundial de cereales continúa siendo adecuado en 2018/19 pese a la menor producción
En su última Nota informativa de la FAO sobre la oferta y la demanda de cereales, también publicada hoy, la FAO rebajó la estimación de la producción mundial de cereales de 2018 a 2 609 millones de toneladas, 2,8 millones de toneladas menos que en enero. La última revisión a la baja se basa casi por completo en una estimación más reducida de la producción de maíz de los Estados Unidos, reforzando una disminución general de la producción mundial de cereales a nivel interanual.
Las previsiones de la FAO sobre la utilización y las existencias mundiales de cereales en 2018/19 también se han rebajado este mes. Sin embargo, el ratio entre los remanentes de cereales a nivel mundial y la utilización en 2018/19 -que se prevé disminuya del 30,5 por ciento en 2017/18 al 28,3 por ciento en 2018/19-, seguiría presentando un nivel relativamente holgado.
La previsión de la FAO para el comercio mundial de cereales en 2018/19 se ha reducido en 2 millones de toneladas desde el mes pasado, a algo más de 413 toneladas. Entre los principales cereales, la que más ha bajado ha sido la previsión para el comercio mundial de trigo -en unas 800 000 toneladas-, debido en gran medida a un ritmo más lento de las compras de varios países asiáticos y sudamericanos.
Primer pronóstico de la producción de trigo para 2019
Mientras que la mayor parte de la cosecha de trigo de invierno en el hemisferio norte se encuentra todavía en fase de latencia, el primer pronóstico de la FAO sobre la producción mundial de trigo en 2019 se sitúa en 757 millones de toneladas. En este nivel, la producción de este año estaría un 4,0 por ciento por encima del nivel alcanzado en 2018, pero aún por debajo del máximo histórico registrado en 2017.
FAO