Escrito para Minuta Agropecuaria por el Ing Agr Jesús M Peña B
Mecanización y manejo de suelos
jesuspe2009@hotmail.com
La Venezuela de hoy necesita y requiere nuevos enfoques en su manera de actuar. Muchos profesionales piensan que cuando se habla de cooperativas y de enfoque social se habla de comunismo.
Gracias a Dios que he observado en los cursos y adiestramiento recibido, varias experiencias en el trabajo en equipo desarrollado por cooperativas por ejemplo Cocamar( Cooperativa de café Maringà) en Maringà Paranà Brasil una de las cooperativas más grandes del mundo donde habían alrededor de 2000 socios cuando la conocí hace alrededor de siete años (Hoy hay más de 12000 socios afiliados), allí desarrollan actividades no solamente agrícolas que fue su origen, sino que hay empresas procesadoras de frutas producidas por ellos mismos, empacadoras, procesamiento de café, turismo, apoyo cultural a la región, asesorías técnicas agrícolas y agroindustriales, investigación agropecuaria, servicios de turismo y cultura.
Otro ejemplo es en zonas de pequeños agricultores del sur de Brasil en Ponta Grossa y en Londrina donde cooperativas de más de 200 socios, literalmente están preparados para la guerra, producen diversos productos agrícolas para su alimentación subsistencia y para exportar a otras regiones.
Colombia a través de los pequeños agricultores de las zonas altas desarrolla agricultura participativa, sin embargo no han logrado penetrar la agroindustria comercialización entre otros.
La zona alta de Ecuador específicamente la región maicera del estado de Bolívar Guaranda desarrollan al igual que Colombia trabajo cooperativo agrícola pero no han podido desarrollar las otras actividades complementarias de agroindustria, variabilidad, rotaciones, tecnología cooperativista
Estos ejemplos son comunes en el mundo que no es comunista, sino capitalista. Demostrándose que con la unión de esfuerzos y filosofía de vida han sido exitosos.
En algunos de los casos planteados prevalece la participación de las propias comunidades, el estudio, el apoyo y la generación de valor agregado.
No me explico como tantas personalidades ligadas al mundo político venezolano, viajan al mundo y observan experiencias como las que yo he mencionado y no las traen para aplicarlas en Venezuela. Reconozco que hay algunas experiencias traídas de cuba como los mal llamados “gallineros verticales” o agricultura periurbana ha contribuido en Venezuela a alimentar el país.
Pero en la mayoría de los casos de la actual Venezuela socialista del siglo 21 que ha aplicado trabajo en cooperativas, estructuras comunales han sido un verdadero fracaso debido entre otros a la falta de capacitación, carencia de filosofía prevalencia de aspectos clasistas o de acción partidista. Tal es el caso de las comunas que conozco como el maizal (Lara), las tierras invadidas de Ospino (Portuguesa) la marqueseña (Barinas) donde solo ha servido para malgastar económicamente recursos y justificar el alto costo de producir maíz como la marqueseña por el exceso de maquinaria, o la falta de enfoque moderno agropecuario como el maizal o la falta de colectivización como el caso de Ospino (Portuguesa).
Llama la reflexión que el país requiere de un repunte con nuevos enfoques donde prevalezca el trabajo en equipo, la unión de esfuerzos, la interacción en la búsqueda de una vida sostenible, el valor al trabajo, la equidad tanto social como económica.
Esfuerzos cooperativistas han sido desarrollados por Asociaciones de productores como Asoportuguesa, Productores Agrícolas Independientes, Asobarinas, Asoospino, Asopruat y otras en Guárico Cojedes y oriente del país.
Han logrado ir más allá de la producción desarrollando empresas de procesamiento de granos, servicios de insumos, mecanización entre otros. Pero el nuevo enfoque requiere capacitar recursos humanos de las mismas regiones en áreas como metalmecánica, metalurgia, informática, digitalización, nuevos emprendimientos, trabajo en equipo, nuevos desarrollos agrícolas de rotación de cultivos a largo plazo, investigaciones, capacitación y educación de afiliados y de la misma zona.
Pienso que Fedeagro, corporaciones industriales y otras deben buscar ese enfoque de unión de filosofía y más bien de apoyo al estado venezolano y no solamente sean federaciones de reclamos, de solicitud de recursos al estado de organización de grupos representados por emprendimientos nacionales y no locales.