Artículo escrito por: Alirio Rangel Díaz / aliriorangel1959@gamil.com
La FAO nos orienta en los Objetivos del Desarrollo Sostenible del 2030, mediante metas de buenos propósitos donde los Estados, Naciones y su gobiernos se comprometen en cumplirlos, entre quienes asumieron el compromiso ante el organismo de la agricultura y alimentación de las Naciones Unidas está el gobierno de Venezuela , son diecisiete los objetivos previstos que desean avanzar para el bien de la humanidad, el primer objetivo es disminuir de la civilización humana el flagelo del hambre, la realidad contrasta nos denuda cada día hay más hambrientos en el mundo y son menores los espacios territoriales de la disponibilidad de cosechar alimentos para abastecer la demanda creciente ,la población cuenta con menores ingresos y poder adquisitivo para satisfacer sus necesidades nutricionales, el gran dilema político de la civilización mundial es hoy detener la hambruna.
La realidad venezolana muestran que los actuales indicadores económicos y sociales trascurridos los cuatro meses del año 2023 mantienen la tendencia donde cada días somos más pobres, el montón de hambrientos está creciendo en familias que ocupan los niveles de pobreza extrema, los estudios de la encuesta ENCONVI de la Universidad Andrés Bello efectuados en el año 2022 determino la existencia de seis millones de familias pobres venezolanas y dos millones tragadas por el hueco negro de la pobreza extrema ,con los actuales ingresos económicos anunciados por el Presidente de la República en mantener un miserable salario de cinco dólares mensuales más los exiguos y desiguales bonos compensatorios de 30 y 50 dólares , el monto total de los ingresos se diluyen en apenas un 10% del costo de la cesta alimentaria familiar que alcanzó los 500 dólares mensuales , ubicando las familias venezolanas en los confines de una sociedad hambrienta , Venezuela es el segundo país del mundo con la menor disponibilidad para alimentarse.
La carencia de alimentos es el tema de conversación de todos los venezolanos, el estar imposibilitados económicamente para adquirirlos, reflejándose en la actividad económica paralizada en recesión , los niveles de demanda de los artículos básicos de la dieta del venezolano están en los menores volúmenes de consumo, los efectos son devastadores para el sistema productivo, la actividad agrícola se encuentra resentida, en ruina económica, la demanda de hortalizas, frutas, raíces, huevos, carne, quesos, café, los volúmenes de consumo se encuentran en volúmenes tan disminuidas, cantidades jamás vista en los mercados nacionales , regionales y de los sectores populares.
Las pérdidas son totales de las cosechas por falta de demanda, los precios de todas las hortalizas frescas y frutas son irrisorios, rubros agrícolas provenientes los andes venezolanos , por ejemplo de un saco de cuarenta kilos de repollo su precio dos dólares que no cubren ni los costos de los envoltorios o sacos y los fletes del trasporte desde la finca a los diferentes mercados , el sector ganadero las matanzas de los rebaños son limitadas, los arrimes de leche fresca están en niveles mínimos en las receptorías de la empresas lácteas, ocasionado un incrementando de la disponibilidad de volúmenes de quesos frescos que no encuentran mercado.
El sector de la agroindustria los niveles de la capacidad procesadora apenas alcanza un 20 % de los volúmenes estimados, la primera empresa procesadora de alimentos a nivel nacional que es la POLAR los indicadores presentan una disminución de un 70 % de los volúmenes de comercialización en comparación con las estimaciones del año 2022,tomando medidas de despido de personal en todas la empresas y bajando el precio en un 30 % de la harina pre cosida para poder competir con las otras marcas de harinas que tiene un precio promedio de un dólar el kilogramo, las torrefactoras los volúmenes de tostadura y molienda del café cayeron en más del 50 % , castigando a los caficultores disminuyendo el precio del quintal en 160 dólares incumpliendo con los precios acordados de 200 dólares el quintal, pero manteniendo el mismo precio de diez dólares el kilogramo de café para el consumidor.
La situaciones la agricultura nacional es de gran dificultad, las estimaciones de siembra de las superficie sufrirán un rebote a cincuenta años de atraso con menores cantidades de hectáreas sembradas de los rubros de maíz blanco, amarillo, arroz, leguminosas, la gran región de los andes su nivel de siembra será de sobrevivencia y el sector ganadero resistiendo los embates al igual que todos los agricultores sin créditos, sin combustibles, con insumos dolarizados y especulativos y sin rentabilidad económica
La economía venezolana no vislumbra ningún elemento de crecimiento económico, continuarán las políticas monetaristas y neoliberales del gobierno nacional mantendrán su estrategia de mantener una economía en recesión, empobreciendo más a las poblaciones venezolanas y los agricultores resistiendo manteniendo sus unidades productivas activas.