El desarrollo de nuevas estrategias de protección vegetal frente a las enfermedades causadas por patógenos es un objetivo prioritario para el mantenimiento de la competitividad del sector productivo agrícola en general. Los avances en el conocimiento de los mecanismos de resistencia de las plantas a patógenos permiten desarrollar nuevas tecnologías y estrategias de protección vegetal más eficaces y respetuosas con el medio ambiente, que contribuyen a impulsar una agricultura sostenible y competitiva.
Entre las nuevas tecnologías con potencial de desarrollo se encuentra el uso en protección vegetal de la resistencia inducida vegetal, que permite una activación de los mecanismos de resistencia de las plantas mediante la aplicación de moléculas específicas (vacunas) que tienen la capacidad de potenciar la resistencia natural de las plantas, inmunizándola frente a enfermedades. Estas moléculas al ser aplicadas sobre las plantas son reconocidas por receptores específicos presentes en sus células y activan los mecanismos de resistencia de las plantas, lo que contribuye a prevenir el desarrollo de la enfermedad.
La pared vegetal actúa como primera barrera a la que se enfrentan los patógenos, constituyendo una de las mayores fuentes de moléculas señalizadoras de defensa de las plantas. Estas moléculas son liberadas de la pared vegetal por la acción hidrolítica de enzimas sintetizados por el patógeno para debilitar la célula vegetal y que son reconocidas por receptores de la propia planta desencadenando los procesos de resistencia. Es por ello que los fisiólogos han centrado sus investigaciones en la identificación de estas moléculas con efecto “vacuna” para utilizarlas en programas de prevención, mediante aplicaciones periódicas, para mantener altas las defensas para cuando se den las condiciones idóneas de desarrollo del patógeno.
El efecto “vacuna” se presenta como el método más prometedor de entre las alternativas de control de patógenos, ya que no supone ningún tipo de riesgo para el hombre ni el medio ambiente, al mismo tiempo que permitirá reducir drásticamente el uso de pesticidas, sobre todo en la época de cosecha.
¿Qué es una “vacuna vegetal”?
Es una sustancia que aplicada al cultivo de forma preventiva y sistemática durante su ciclo, es capaz de activar su sistema inmune para poderse defender de los patógenos que causan enfermedades.
¿Cuál es su origen, de dónde se obtienen?
Estas sustancias que actúan como vacunas vegetales se encuentran en la propia pared celular de las plantas y también en la de los patógenos, por tanto, son sustancias que están en la propia naturaleza y no tienen ninguna toxicidad.
¿Hablamos de una ‘vacuna’ generalizada única para todo tipo de plantas, o con características especiales según el tipo de cultivo?
Esta tecnología se puede aplicar a ambas cosas. Hay una serie de “sustancias naturales” que protegen frente a un amplio rango de enfermedades ya sean fúngicas o bacterianas y hay otro tipo de productos naturales que pueden ser muy específicos para una enfermedad concreta.
¿Cuáles serán las principales ventajas para el agricultor?
El agricultor puede tener un ahorro de costes significativo, ya que al prevenir las enfermedades no es necesario realizar tantos tratamientos fitosanitarios. Además se ha demostrado que los tratamientos preventivos aumentan la cantidad y la calidad de la producción.