Minuta Agropecuaria.-
El girasol, ajonjolí y quinchoncho entre otros, son cultivos de gran valor para los productores, porque además de su gran adaptabilidad y rendimiento en Venezuela, fungen como implementos o arados biológicos, un beneficio que impacta positivamente el estado del suelo.
El girasol es un cultivo que además de ésta función, está siendo utilizado en el mundo especialmente en algunas zonas tropicales y subtropicales con suelos pobres, para reciclar y colocar en la superficie del suelo nutrimentos que allí no existen por ser suelos desnudos, viejos y con pocos nutrimentos en la superficie, informó el ingeniero agrónomo Jesús Peña.
El cultivo del quinchoncho tiene carácter alelopático es decir con sus toxinas y exudados de hojas y biomasa evita malezas indeseables en el suelo. Mientras que en el ajonjolí existe en Venezuela una tecnología propia creada por instituciones de docencia e investigación y una experiencia de agricultores única en el mundo. «Se debe mejorar especialmente creando sistemas de labranza mínima o de siembra directa que no pulverice y deteriore más el suelo llanero», alertó el destacado profesional.