Werner Gutiérrez Ferrer 1
El alcanzar una elevada eficiencia en el control de malezas en potreros a través del uso de herbicidas, además de una acertada selección del producto, depende en gran medida de lograr una correcta aplicación. Con ello se asegura que la inversión realizada para su empleo limite de manera efectiva el crecimiento de estas plantas indeseables, y por ende, el alcanzar una mayor oferta forrajera de calidad.
También, estaríamos protegiendo la seguridad del aplicador, y minimizando el posible impacto ambiental en las unidades de producción. En este sentido es imprescindible que el productor o responsable del programa de manejo de malezas en la finca tenga en consideración varios aspectos: utilizar un equipo de aspersión adecuado y en buen estado; seleccionar la técnica de aplicación correcta de acuerdo al tipo y estado de crecimiento de la maleza, y seguir las instrucciones establecidas por el fabricante del producto seleccionado durante la preparación del caldo o solución herbicida, y al momento de su aplicación.
Específicamente para el control de malezas dicotiledóneas (comúnmente conocidas como plantas de hoja ancha) en potreros de gramíneas, de acuerdo a las especies presentes y a su estado de crecimiento, se recomiendan tres principales técnicas o formas de aplicación para los herbicidas comúnmente encontrados en el mercado: aplicación foliar, aplicación basal al tallo y aplicación al tocón.
a. Aplicación foliar: se sugiere para malezas herbáceas de porte bajo, del tipo anual, preferentemente en la época lluviosa, cuando las plantas crecen activamente. Los herbicidas recomendados son el 2,4 D Amina y 2,4 D Ester butílico, este ultimo para especies de malezas que presenten cutícula gruesa (hojas brillantes). La dosis más empleada es solución de 1.0 % a 2.0 % del producto comercial.
b. Aplicación basal al tallo: en malezas de porte subarbustivo, semi leñosas, la aplicación foliar no es efectiva debido al estado de lignificación en sus tallos, siendo necesario entonces el realizar cortes (heridas) en la base del tallo de las plantas y efectuar la aplicación localizada de la solución o caldo herbicida, preparada a base de la mezcla comercial 2,4 – D + dicamba, 2,4 D ester butílico+ picloram ó 2,4 – D + picloram, al 3.0 % de concentración. De estas tres opciones, cualquiera sea la seleccionada es aconsejable añadir un surfactante no iónico a razón de 1.0 ml por litro de solución o caldo herbicida.
c. Aplicación al tocón: se emplean los mismos herbicidas recomendados para la aplicación basal al tallo, pero en solución al 3.0 a 4.0 % % del producto comercial. Esta técnica es muy efectiva para malezas arbustivas, con tallos muy lignificados. La aplicación de la solución o caldo herbicida debe efectuarse de manera inmediata sobre los tallos recién cortados, sin embargo, también existe la opción de aplicar el herbicida sobre los rebrotes emergidos días después de efectuado los cortes de los tallos viejos de los arbustos. La siega se realiza con desbrozadora de cuchilla o machete bien afilado, realizando corte horizontal, lo más cercano posible a la superficie del suelo. A los fines de facilitar en campo la identificación de los tallos que ya han sido sometidos a este tratamiento se recomienda agregar a la solución una cucharada de azul de metileno por cada 20 litros de solución o caldo herbicida.
Para las tres técnicas de aplicación de herbicidas descritas, en general los equipos disponibles para su empleo en potreros pueden clasificarse en: operados manualmente y operados mecánicamente. La diversidad de equipos existentes en el mercado permiten de acuerdo a la disponibilidad económica del productor, hacer uso de diferentes implementos para las distintas circunstancias que se presenten en el sistema pastizal.
Dentro de los equipos de aspersión operados manualmente la asperjadora de espalda tipo mochila de presión constante es la mas común siendo muy útil para tratar pequeñas extensiones, o aplicaciones dirigidas en focos de malezas en potreros. Entre los equipos operados mecánicamente, la asperjadora acoplada al tractor en sus diferentes modelos es la más comúnmente empleada para áreas extensas infestadas por malezas de pequeño a mediano porte. Hoy en día existen en el mercado diversidad de estos equipos de aspersión, la asperjadora de acople y las de arrastre por el tractor, pero existe una amplia gama de asperjadoras autopropulsadas. La capacidad de los tanques es muy variable, garantizándole a los equipos una amplia autonomía de trabajo. Las moto bombas con pistolas rociadoras son igualmente adecuadas para tratar potreros de considerable extensión y son muy útiles a la
hora de controlar malezas en manchones en los pastizales.
1 Ing. Agr. M. Sc. especialista en Manejo integrado de malezas. Profesor titular y Ex Decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia – Venezuela. Coautor de los libros “Uso y manejo seguro de plaguicidas”, 2012 y “Control de malezas en pastos”, 2013. Presidente de la Sociedad venezolana para el combate de malezas (SOVECOM). Asesor de la Federación de ganaderos de la cuenca del Lago de Maracaibo (FEGALAGO). Consultor del Instituto de gerencia y estrategia del Zulia (IGEZ). Miembro pleno de la Comisión de agricultura de la academia de ingeniería y hábitat de Venezuela.
Twitter @WernerGutierrez
2 En la redacción del presente artículo participaron como Coautores el Ing. Agr. Rubén León González (Ex asesor técnico de Dow AgroSciences -WILLURCA en el desarrollo de herbicidas para el manejo de malezas en potreros. Ex asesor técnico Agroisleña, C.A.. Asesor independiente de fincas ganaderas en varios estados de Venezuela desde 2010) y la Ing. Agr. M. Sc. Yajaira Villalobos Araujo, especialista en Gerencia de agrosistemas y Manejo integrado de malezas. Personal administrativo y de investigación de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia – Venezuela. Coautora del
libro “Control de malezas en pastos”, 2013. Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad venezolana para el combate de malezas (SOVECOM). Twitter @yayavillalobos