El curso de la enfermedad es agudo, progresivo y en la mayoría de los casos mortal. Se transmite a través de la saliva de los animales infectados, por medio de la mordida o el contacto de ésta con alguna herida o rasguño en la piel.
La rabia es una enfermedad infectocontagiosa de origen viral que afecta el sistema nervioso central de los mamíferos como los bovinos, equinos, caprinos, ovinos, porcino, etc., incluidos los humanos, por lo que también se considera una zoonosis de interés para la salud pública. El curso de la enfermedad es agudo, progresivo y en la mayoría de los casos es mortal. Se transmite a través de la saliva de los animales infectados, por medio de la mordida o el contacto de esta con alguna herida o rasguño en la piel.
Algunos de los signos clínicos más comunes de la rabia paralítica o Derriengue son la incoordinación, parálisis ascendente progresiva desde las patas traseras (postración similar a un perro sentado, paso vacilante, decúbito lateral (movimientos de carrera una vez postrados en el suelo), flexión del cuello, salivación excesiva. Estos signos pueden ser comunes a otras enfermedades que afectan el sistema nervioso central, los animales deben aislarse del resto del hato y es importante considerar el alto riesgo al manipular un animal sospechoso a rabia por los propietarios del ganado afectado, para lo cual deben tomarse algunas precauciones básicas como el lavado de manos con jabón y dar aviso a las autoridades competentes; el personal médico veterinario es el indicado para determinar si se colectan muestras y la disposición del cadáver del animal, así como las medidas de prevención y control.
El murciélago hematófago o vampiro (Desmodus rotundus) es el principal transmisor de la rabia paralítica hacia el ganado en América latina. Estos murciélagos habitan en una gran diversidad de refugios naturales y los elaborados por el humano, como son árboles huecos, túneles, minas, cuevas, casas abandonadas, pozos, alcantarillas, grietas o fisuras en las paredes rocosas, etc.
En Venezuela en 2008, un total nacional de 43 focos de rabia en bovinos en 11 estados, fueron confirmados oficialmente hasta el 31 de octubre de 2008 por el Ministerio de Agricultura y Tierras y el Servicio Autónomo de Sanidad Agropecuaria – SASA.
Afortunadamente la rabia en bovinos es prevenible por vacunación de los rebaños y mediante la reducción de las poblaciones de murciélagos hematófagos o vampiros, actividad esta que muy poco ahora se practica como debiera.
Los ganaderos debidamente asesorados por sus médicos veterinarios, deben considerar vacunar anualmente o revacunar en caso de focos circunvecinos contra la rabia, todos los rebaños de ganado bovino, sin olvidar los caballos, mulas y burros en las explotaciones.
Medidas para la prevención
1. Vacunación antirrábica
A través de la aplicación de la vacuna en las diferentes especies ganaderas se pretende prevenir que los animales mueran por infección por rabia y en consecuencia disminuir el número de casos en poblaciones en riesgo de contraer la enfermedad.
El esquema de vacunación para los bovinos y especies ganaderas debe iniciar a partir del primer mes de edad y revacunar cuando cumplan 3, 6 y 12 meses de edad, y posteriormente, aplicar un refuerzo de manera anual.
2. Control de las poblaciones de murciélago vampiro
El control del murciélago vampiro está encaminado a reducir el número de individuos en sus poblaciones y en consecuencia disminuir el número de agresiones al ganado, para minimizar el riesgo de transmisión de la enfermedad.
Existen diferentes técnicas para llevar a cabo estas actividades, las cuales son realizadas principalmente por médicos veterinarios especializados debidamente capacitados.
El tratamiento tópico de los murciélagos vampiro es una estrategia que actualmente se utiliza para el control de sus poblaciones de manera selectiva, el cual, se lleva a cabo en corrales y refugios; consiste en que una vez capturados los murciélagos se les aplica pomada vampiricida, posteriormente son liberados con el fin de que regresen a sus colonias y con base en su comportamiento gregario y hábitos de acicalamiento, otros murciélagos ingieran el tópico y así provocar una hemorragia interna en ellos, provocándoles la muerte. Es importante recalcar que aunque los vampiros tratados pueden ubicarse en refugios compartidos con otras especies de murciélagos (frugívoros, insectívoros, etc.) estos últimos no son afectados por el producto vampiricida, ya que están bien definidos sus nichos y no tienen una relación estrecha entre especies distintas, es decir el tratamiento hacia los vampiros es específico para esta especie.
3. Vigilancia activa y atención de los casos diagnosticados por laboratorio
La vigilancia se realiza a través del diagnóstico por laboratorio y las notificaciones de animales sospechosos que padecen clínicamente la enfermedad, lo que permite aplicar medidas zoosanitarias en los hatos afectados para controlar y atender la enfermedad en un radio focal y perifocal de poco más de 10 Km en los alrededores de la notificación.
El diagnóstico se realiza por medio de la prueba de Inmunofluorescencia Directa (IFD), a través de los laboratorios de referencia y autorizados. Esta prueba resulta ser altamente sensible y específica(más del 99 y 98% respectivamente) para el diagnóstico de la rabia.
4. Capacitación y difusión
La difusión de la información sobre la prevención de la enfermedad es una de las estrategias que contempla esta Campaña, la cual se lleva a cabo a través de medios de comunicación como son la radio, televisión, prensa, y mediante impresos (entrega de trípticos, carteles y manuales técnicos).
La capacitación se lleva a cabo mediante la impartición de pláticas, conferencias, cursos o talleres locales, regionales, estatales y nacionales.