Minuta Agropecuaria.-
Ante los altos costos de los insumos conseguidos en el mercado negro, productores de tomate optan por adquirir semilla de «mala calidad» para continuar con las labores. La acción ha traído como consecuencia una baja en la producción de más de un 30% en caseríos del municipio Unda en el estado Portuguesa, donde tradicionalmente se cultiva este importante rubro.
«Es muy difícil la situación que vivimos, trabajamos con las uñas y prácticamente estamos sobreviviendo, (…) los insumos están demasiado caros y nos toca comprar todo revendido, hasta compramos semilla de mala calidad porque la buena si se consigue es a precios exorbitantes», manifestó la productora María Rodríguez.
Aseguró que la siembra de tomate es muy riesgosa, puesto que hay que fumigar al menos dos veces por semana durante los 4 meses que lleva la producción.