El incremento de las temperaturas acelera la aparición de plagas letales para la agricultura. Las nuevas especies son más agresivas que sus propias depredadoras y, además, se reproducen más rápidamente
El Instituto Valenciano de la Investigación Agraria y entidades de España demostraron que el cambio climático rompe el equilibrio biológico al fortalecer, incluso, a los insectos frente a otros que actuaban como fitosanitarios. Es decir, que el calentamiento está debilitando a los que velan por el equilibrio agrícola y fortalece a los que buscan destruirlo. La situación es grave: estudios alertan que por cada grado de aumento de las temperaturas pueden producirse mermas de entre el 10% y el 25% en las cosechas, dependiendo de las zonas.
Científicos ambientales descubren que las plantas humedales son altamente productivas
La razón es que el calentamiento del clima provoca también el cambio de metabolismo de los insectos, favoreciendo su reproducción y una mayor agresividad.
Debido al calentamiento global, las temperaturas promedio han aumentado en aproximadamente 0,8 grados desde principios del siglo XX. Para finales del siglo XXI se prevé un aumento adicional de casi tres grados para la temporada estival en la cuenca mediterránea. Y los insectos se ven directamente afectados por la variación de la temperatura ambiente.