Minuta Agropecuaria.-
De 1,7 millones a 185,1 millones de hectáreas aumentó la superficie plantada con semillas genéticamente modificadas o transgénicas en el mundo, teniendo así un crecimiento exponencial durante 21 años, (desde el año 1996 hasta el año 2016), según el Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas, (Isaaa).
De las 185,1 millones de hectáreas plantadas en 2016, el 91% se hicieron en Estados Unidos, Brasil, Argentina, Canadá e India, con un estimado de producción en rubros como la soya con el 78%, 64% para el algodón y el 26% para el maíz.
“Después de dos décadas de producción, algunos grupos y científicos siguen preocupados porque los beneficios de los cultivos genéticamente modificados no llegan a la sociedad debido a las estrictas regulaciones y a grupos que se siguen oponiendo a la ciencia y a la tecnología, a pesar de la evidencia científica que respalda su seguridad”, dice un reporte que sobre el tema publico la ONG colombiana Agrobio y es tal como se percibe en Venezuela con la prohibición de esta tecnología.
Cuatro leyes y una ley orgánica creadas en los últimos quince años insisten en la prohibición de que en el país se produzcan y siembren semillas y alimentos transgénicos. Sin embargo expertos señalaron que, si bien las normativas lograron que los productos con estas características no tengan origen nacional, las importaciones de materia prima y de alimentos terminados se han convertido en puerta franca y es ya una realidad en las mesas de los venezolanos.
Algunos líderes agrícolas del país aseguran que “buena parte del maíz que termina siendo usado para las arepas y alrededor de 80% del aceite de soya que se consume en Venezuela fueron desarrollados a partir de productos de origen transgénico”.