Pedro Raúl Solórzano Peraza
Septiembre de 2019
En este año, 2019, la fiebre de la soya ha invadido las regiones agrícolas de Venezuela. Testigos de ello son los Llanos Occidentales de Portuguesa, los Llanos Centrales Guariqueños y las Llanuras Orientales en Anzoátegui y Monagas. Esta fiebre llega por diferentes motivos, uno de ellos ha sido la crisis que atraviesa nuestra agricultura, huérfana de insumos básicos suficientes, que han hecho voltear la mirada de los agricultores hacia esta pequeña pero productiva planta que es la soya.
Una planta que ayer era desconocida por una gran parte de los productores, pero de la que hoy hablan en cualquier tertulia familiar o entre amigos en relación a las variedades, los inoculantes, los nódulos de las raíces, la diazotrofía o fijación biológica de nitrógeno, los estados vegetativos y reproductivos como el V2, el R4, R6 y otros, de la extracción de aceite, del uso del grano integral para alimentación animal, de la desactivación del grano de soya para eliminar el SBTI (Soybean tripsine inhibitor); y así, de variados aspectos involucrados en el manejo agronómico y usos de la soya.
La soya es un cultivo bondadoso, y una de sus grandes bondades que muchas veces es dejada de lado cuando se trata de la importancia del cultivo, es referida a sus excelentes características como cultivo de rotación y sus beneficios como receptor de nutrientes de cultivos anteriores y como emisor o donante de nutrientes (N) a cultivos siguientes. Esto se debe considerar en los programas de fertilización de los cultivos que se incluyen en un determinado plan de rotación de cultivos.
Cuantifiquemos esta situación con un ejemplo. Supongamos una rotación arroz- soya:
-Consideremos un suelo de Turén, el cual contiene 28 ppm de P (Olsen) que corresponde a categoría Alto, y 110 ppm de K, las cuales debido a la textura de esos suelos, ricos en arcilla y limo y bajos en arena, corresponde a categoría Bajo.
-Los requerimientos nutritivos de la soya son muy elevados en lo que respecta a nitrógeno y potasio. Se estiman los siguientes valores:
11-13 kg de granos producidos/kg de N acumulado
54-60 kg de granos producidos/kg de P 2 O 5 acumulado
15-35 kg de granos producidos/kg de K 2 O acumulado
Quiere decir que un campo de soya que rinda 3.000 kg/ha, acumula 250 kg de N, 53 kg de P 2 O 5 y 120 kg de K 2 O. Estos nutrientes deben suministrarse al sistema para que el cultivar utilizado pueda mostrar su capacidad de producción, de lo contrario se limitaría el rendimiento en función de la Ley del Mínimo.
-Generalmente, el arroz es un cultivo que se fertiliza bien para obtener resultados satisfactorios. Una vez que se cosecha el grano, los restos de cosecha representados por hojas, tallos y panículas vacías, devuelven al campo alrededor de 80%del potasio acumulado, el cual al ser incorporado al suelo para la siembra del cultivo siguiente que en este caso sería soya, se va mineralizando y se va haciendo aprovechable para las plantas. Supongamos que ese arroz acumuló 120 kg de K 2 O, devuelve al suelo 120×0,80=96 kg de K 2 O/ha y 24 kg de potasio se retiran del campo en la cosecha del grano. Por supuesto que este potasio no se va a mineralizar totalmente para el ciclo siguiente de cultivo, pero al establecerse en años sucesivos un plan de este tipo, se va suministrando una buena cantidad de potasio como efecto residual del cultivo anterior. Esto permite que se pueda producir soya con la aplicación de cantidades reducidas de potasio en relación a sus altos requerimientos por este nutriente. Es algo parecido a lo que en una oportunidad el Ingeniero Manuel Moya me indicó como: “fertilizar una vez y cosechar dos veces”, cuando estábamos evaluando el efecto residual de los fertilizantes aplicados a un ciclo de arroz, sobre un siguiente cultivo de arroz.
-El nitrógeno requerido por la soya será suministrado por medio de la diazotrofía resultante de la simbiosis Bradyrhizobium japonicum y Glycine max, que es una simbiosis específica entre la bacteria y las raíces de la soya. Para que esto ocurra, basta con hacer una buena inoculación de las semillas de soya, inmediatamente antes de ser sembradas.
-La planta de soya en su desarrollo, en los estados reproductivos finales, comienza a desprenderse de sus hojas, las cuales se van depositando sobre el suelo y se van incorporando por medio de la actividad biológica que abunda en esos suelos, con buena humedad y temperatura favorable. Esas hojas son ricas en nitrógeno, y al tener una adecuada relación carbono/nitrógeno (C/N), son una verdadera fuente de nitrógeno para el cultivo siguiente, que en esta rotación será arroz. De esa manera, ese arroz que se siembra después de la soya, requerirá menores aplicaciones de N que el arroz que se siembre en campos sin rotación, en campos donde predomina el monocultivo.
Quiere decir, que en una rotación de este tipo, en suelos de Turén, las necesidades de aplicar fertilizantes son bastante reducidas. No se aplica fertilizante nitrogenado, y se aplican dosis relativamente bajas de fósforo y potasio a la soya, y se aplican dosis relativamente bajas de nitrógeno al cultivo del arroz. Ésta es una de las grandes ventajas del cultivo de soya en programas de rotación con cereales como el arroz y el maíz, además de todos los beneficios que aporta en cuanto a la sanidad de los campos en relación a las poblaciones de malezas, plagas y enfermedades. Esto último, también reduce los costos porque se utiliza menor cantidad de herbicidas e insecticidas, además del beneficio que tiene para el ambiente.
Si la soya finalmente llega a establecerse en Venezuela y ocupar áreas considerables, podemos decir que llegó un cultivo ideal para rotaciones con maíz, arroz y sorgo, ya que se pueden sembrar más de 700.000 hectáreas con soya, cuyo producto es requerido por el país para el suministro de aceite comestible y de proteínas para los alimentos balanceados para animales (ABA).
Bienvenida la soya.
1 Comment
Distinguido profesor Pedro Raul y lectores de estas columnas; muy buena su divulgación de esta información .Primero por ser experto en nutrición desde hace muchos años y conocedor del cultivo de soya también Segundo por el enfoque de rotación de cultivos en este caso maíz y arroz Tercero por las recomendaciones de reciclaje de nutrimentos y exigencias de la soya de acuerdo a la productividad en
grano. Me adhiero a esta opinión especializada y valiosa y yo diría que mas que una moda la soya constituye un alimento que disminuye la fuga de divisas, promueve el desarrollo…eso si vamos a hacerlo bien…En lo particular he escrito sobre rotaciones en turen, manejo de residuos, labranza aplicable a los cultivos de sequía: soya, sorgo, ajonjolí, frijol, girasol,.