El Gusano blanco de la papa conocido como el “Gorgojo de los Andes”, es la plaga que causa pérdidas que alcanzan el 50% en los cultivos de papa a nivel mundial. Sus larvas perforan el tubérculo, formando túneles en los que depositan sus excrementos dañando el cultivo.
Lo más aconsejable es el manejo integrado de plagas que es la aplicación de las diferentes formas de control: biológicas, culturales, físicas y químicas.
El control biológico se refiere a la reducción de la plaga mediante enemigos naturales que la destruyen o enferman, ocasionando su muerte. Se pueden utilizar nematodos entomopatógenos como Steinernema y Heterorhabditis, u hongos entomopatógenos como Bauveria bassiana y Metharizium anisopliae. Estos al ser pobladores del suelo tienen la capacidad de buscar, parasitar y causar la muerte a gran número de insectos plaga como el gusano blanco de la papa.
El control cultural incluye preparación y laboreo del suelo, uso de semilla sana y/o certificada, control de malezas, eliminación de residuos de la cosecha anterior, buen aporque, cosecha oportuna, rotación de cultivos y el uso de plantas trampa contra adultos antes de la siembra.
El control físico incluye manejo de los bordes del cultivo, control de focos y apoyo con control químico con el uso selectivo de insecticidas y aplicaciones dirigidas. Estas recomendaciones deben ser oportunas y permanentes para obtener mayor efectividad.