Minuta Agropecuaria | 25 Agosto 2022
Luego de seis meses del inicio de la invasión de Rusia en Ucrania, los precios de los cereales se elevaron, así lo indicaron los expertos.
Según el análisis, los altos precios se deben al aumento de los costos de la energía, de los fertilizantes (cuyo precio se ha triplicado en un año) y del transporte.
A ello se suma la «espada de Damocles de la inflación» que pesa sobre las economías más frágiles, dependientes en más del 50 % de las importaciones en el caso de los cereales, subraya Edward de Saint-Denis, corredor de bolsa en Plantureux & Associés.
Aseguraron que los precios del trigo se dispararon hasta los 440 euros la tonelada en el mercado europeo a mediados de mayo, el doble que un verano antes, mientras el tráfico mercante estaba prácticamente paralizado en el mar Muerto. Pero en agosto habían vuelto a caer hasta los 330 euros.
“Seis meses tras la invasión rusa, es casi una vuelta a la casilla de salida. Los mercados han aprendido a vivir con la crisis. La relajación comenzó a finales de mayo-principios de junio con las primeras estimaciones de producción tranquilizadoras en Europa y la reanudación de las exportaciones de Ucrania, primero por carretera y ferrocarril, luego por mar» explicó Gautier Le Molgat, analista.
Ucrania va a “exportar casi cuatro millones de toneladas de productos agrícolas en agosto”, acercándose a los cinco millones mensuales de antes de la guerra, anunció el martes un alto responsable del departamento de Estado estadounidense.
Esa aceleración de las exportaciones de Ucrania, superpotencia agrícola que junto con Rusia supuso el 30 % del comercio mundial de trigo a finales de 2021, es fruto del acuerdo firmado el 22 de julio entre Kiev y Moscú bajo los auspicios de la ONU y Turquía.
El acuerdo permitió abrir un pasillo marítimo destinado a dar salida a más de 20 millones de toneladas de maíz, trigo y girasol almacenados en Ucrania. Según el Centro de Coordinación Conjunto que supervisa el corredor, ya han salido del país por vía marítima 721.449 toneladas.
Por el momento, esa flexibilización beneficia más a Ucrania que a Rusia, quien prepara su regreso a los mercados en favor de una cosecha excepcional de trigo, estimada en 88 millones de toneladas.
Las exportaciones rusas de trigo para julio y agosto han caído un 27% anual, según estimaciones de la consultoría rusa.
El trigo ruso aún es demasiado caro y tiene a duros competidores, como el trigo francés, por varios motivos: los elevados gastos de transporte, un «rublo fuerte», una tasa rusa de exportación en caída pero aún «muy alta» (en torno a 80 dólares la tonelada), lo que hace que «los agricultores sean reacios a vender», explica Andrey Sisov, director general de SovEcon.