Minuta Agropecuaria | 08 Sep 2022
La digestión es el proceso mediante el cual los cuerpos separan y absorben los nutrientes en los alimentos, pero la habilidad para digerir alimentos no es igual para todos los animales. Las vacas, por ejemplo, tienen un sistema digestivo muy diferente al nuestro, y esto les permite desarrollarse sanamente con un menú basado casi exclusivamente en pasto.
Las vacas son capaces de comer pasto. La clave de esta habilidad radica en el estómago. Luego de que mastican y tragan, el estómago actúa como un tanque contenedor donde empieza la digestión y el alimento empieza a ser separado en sus nutrientes individuales. Luego, el alimento pasa al intestino delgado donde la separación continúa y donde el cuerpo absorbe los nutrientes. Este proceso básico de digestión también ocurre en las vacas, pero hay unos pasos extras a lo largo del camino.
Las vacas tienen menos dientes que otros animales. En la parte frontal de la boca, tienen dientes (conocidos como incisivos) solo en la mandíbula inferior. En lugar de incisivos superiores, tienen una almohadilla dura y curtida (conocida como “almohadilla dental”).
Además, el ganado vacuno tiene un labio superior relativamente fijo (en comparación con las cabras y ovejas). Debido a esta particular anatomía oral, la vaca usa su lengua para agarrar un manojo de pasto y luego arrancarlo con los dientes.
Los dientes en la parte posterior de la boca (conocidos como molares) están ubicados en las mandíbulas superiores e inferiores. A veces los materiales vegetales contienen tallos duros, pero dado que la vaca mastica la comida en un movimiento de lado a lado, los molares trituran el pasto en partículas más pequeñas que son más fáciles de digerir.
Al principio, cuando una vaca agarra un manojo de pasto, lo mastica muy poco antes de tragárselo. Este es un rasgo característico de la digestión de las vacas. Las vacas son conocidas como “rumiantes” debido a que la bolsa más grande del estómago es conocida como el rumen. Imagine un contenedor grande de basura de 55 galones. ¡En una vaca adulta, el rumen es más o menos del mismo tamaño!
Su gran tamaño permite a las vacas consumir enormes cantidades de pasto. Después de saciarse de pasto, las vacas buscan un lugar donde poder echarse para masticar más completamente su alimento. Uno podría pensar, “Pero ya comieron.” Esto es cierto, pero las vacas son capaces de regurgitar su alimento de manera voluntaria. Este proceso de tragar, regurgitar, volver a masticar y volver a tragar es conocido como “rumia,” o más comúnmente, “rumiar la comida”. El rumiar permite a las vacas masticar el pasto más completamente, lo cual mejora la digestión.