Según el experto francés del Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agrícola para el Desarrollo (CIRAD) Éric Malézieux, la agricultura orgánica no siempre respeta los principios de la agroecología y no hay que confundirlas
El especialista aseguró que la agroecología se corresponde con un tipo de “filosofía” que busca gestionar sistemas agrícolas complejos haciéndolos más productivos mientras se conservan los recursos naturales y la biodiversidad.
Aunque sus prácticas suelen relacionarse con la producción orgánica de alimentos, Malézieux afirmó que esta última obedece a una serie de “normas muy estrictas”, como la prohibición del uso de químicos o del cultivo de transgénicos.
En su opinión, los sistemas agroecológicos -una opción aún muy limitada en el sector- son más flexibles y permiten, por ejemplo, usar pequeñas cantidades de pesticidas para solucionar un problema menor y puntual.
Del lado contrario, dijo que se pueden observar casos de producción orgánica “que están lejos de la agroecología”, como los que en Estados Unidos suponen el cultivo intensivo de cientos de hectáreas de lechugas y el empleo de fertilizantes orgánicos transportados a larga distancia, lo que aumenta el impacto en el medio ambiente.
Este investigador especializado en zonas tropicales húmedas de África occidental destacó otros ejemplos en los que sí se están aplicando técnicas agroecológicas o, por lo menos, más respetuosas con el entorno.