Los sólidos de estiércol reciclados (SER) se obtienen mediante la separación mecánica de estiércol procedente de los pasillos en las instalaciones con cubículos. El gran incremento en el precio de los materiales usados tradicionalmente para el encamado ha provocado que los SER se estén convirtiendo en un material cada vez más común en las explotaciones lecheras. El bajo coste de producción de los SER, junto con la elevada disponibilidad de estos en las granjas, posibilita su uso en grandes cantidades. Además, ha sido demostrado que la administración de elevadas cantidades de cama en cubículos puede optimizar el confort de los animales, disminuir las cojeras, reducir las lesiones de corvejones e incrementar la longevidad de las vacas (Tucker and Weary, 2004).
En el informe final del proyecto “Uso de sólidos de estiércol como cama”, investigadores de la Universidad de Cornell sugieren que los SER manejados adecuadamente pueden proporcionar ventajas económicas sin afectar la salud del rebaño (Harrison y col., 2008). Similares resultados fueron encontrados por investigadores de la Universidad de Minnesota (Husfeldt et al., 2012) en una evaluación de 38 granjas que estaban utilizando SER como único material de encamado. Los autores concluyeron que los SER estaban siendo usados exitosamente como una fuente de cama para vacas lecheras, y el uso de SER ofrece mayores ventajas en cuanto a costo y disponibilidad que los materiales orgánicos tradicionales.
Sin embargo, debido al elevado contenido en humedad de los SER, y su alta concentración bacteriana, algunos productores y técnicos son reacios a usarlos como cama. Además, algunos estudios llevados a cabo por la Universidad de Minnesota han demostrado que los SER favorecen el crecimiento de bacterias causantes de mastitis ambientales (Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, y Streptococcus uberis) más que otros materiales usados comúnmente como son la arena o el serrín (Godden y col., 2008; Zehner y col., 1986). Sin embargo, estos estudios fueron realizados en condiciones de laboratorio con muestras de camas esterilizadas y libres de contaminación y nutrientes. Pero estas condiciones no representan las condiciones naturales de las granjas lecheras en las que las camas están altamente contaminadas con materiales orgánicos procedentes de heces, orina o leche.
Autores: Fernando Diaz-Royón y Alvaro Garcia, Dairy Science Department South Dakota State University