Con la llegada del calor empiezan a emerger los primeros problemas con nuestras plantas. En concreto con el tomate, hay una amplia gama de plagas y enfermedades que pueden influir de forma importante en nuestro cultivo.
Plagas del tomate
Araña roja (Tetranychus spp.): Son adultos de tamaño pequeño, de tonalidades que fluctúan de amarillo a verde, o amarillo a rojo. La araña roja succiona el material vegetal absorbiendo los jugos celulares como parte de su alimentación. El tejido afectado se tiñe de un color amarillento que se necrosa con el tiempo. En plagas avanzadas se genera alrededor de toda la planta una tela de araña característica.
Heliothis (Helicoverpa armígera): Es una oruga de color verdoso y cuerpo cilíndrico, con un tamaño que oscila entre los 3 y los 5 cm. El daño en la planta de tomate se origina por mordeduras de la larva, en las hojas o bien en los frutos en estado de formación, dejando concavidades, generalmente cerca del pedúnculo.
Mosca blanca (Bemisia tabaci): La hembra de la mosca blanca deposita sus huevos en el envés de las hojas del pimiento. Aparecen unas esferas apreciables a la vista de color blanco. Para su alimentación, succiona la planta, debilitándola y provocando con el tiempo marchitamiento general.
Minador (Liriomyza spp.): Las galerías que forma esta plaga se distinguen a simple vista en el haz de la hoja. El adulto tiene un tamaño de 2 mm, de color negro y amarillo y lleva alas de color claro. Los daños que se producen sobre la planta de tomate se originan al picar el adulto sobre la hoja para depositar los huevos o para alimentarse. Las galerías que se forman se necrosan con el tiempo, debilitando la planta.
Polilla del tomate (Tuta absoluta):Este lepidóptero tiene una gran capacidad reproductiva, produciendo entre 40 – 50 huevos durante su ciclo vital, sin presentar parada invernal. El daño que se produce en la planta de tomate se origina cuando las larvas penetran en hojas, tallos o frutos para alimentarse, originando galerías que necrosan con el tiempo.
Trips (Frankliniella occidentalis): Los trips son insectos alargados que miden alrededor de 1- 2 mm (son observables a la vista y reconocibles con lupa) y presentan coloración marrón. Estos insectos succionan el material vegetal de la planta de tomate. La zona donde se ha succionado presenta una coloración plateada y con el tiempo necrosa.
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Enfermedades del tomate
Mildiu (Phytophthora infestans)
Esta enfermedad originada por un hongo ataca la parte aérea de la planta en condiciones de elevada humedad (90%). La detección de la presencia del hongo se debe a la aparición de manchas irregulares que con el tiempo necrosan en las hojas. En el tallo aparecen unas manchas pardas, y en el fruto aparecen manchas pardas de contorno irregular.
Oidio (Leveillula taurica): Este hongo se manifiesta en la planta de tomate con un micelio blanquecino observable a simple vista. La temperatura de germinación del hongo fluctúa entre 10 ºC y 35 ºC, siendo óptimas temperaturas inferiores a 30 ºC.
Podredumbre gris (Botrytis cinerea): Sobre hojas, tallos y flores se producen manchas pardas (plvo grisáceo)que es el micelio gris del hongo. En los frutos se produce una podredumbre blanda – acuosa.
Cladosporiosis (Fulvia fulva): Esta enfermedad común en el tomate afecta únicamente a las hojas en condiciones de humedad altas (por encima de los 70%). Para localizar esta enfermedad hay que ver una mancha color amarillo-marrón en el envés de las hojas.
El remedio más eficaz es la prevención, actuando ante los primeros focos que aparezcan sobre las hojas de la tomatera, evitar aguas estancadas o libres que puedan quedarse sobre las hojas.
Antracnosis (Colletotrichum sp.): La antracnosis aparece en el tomate cuando los frutos están en proceso de maduración. Sobre ellos aparecen manchas circulares de aspecto acuoso (como podrido) que se hunden hacia el interior. El centro se torna aún más oscuro con el tiempo y la pudrición aumenta.
Virus del mosaico del tomate (ToMV): Virus del género Tobamovirus distribuido por todo el ancho del planeta y que ataca a otras especies de la familia Solanaceae.
El síntoma más peculiar es la aparición de manchas cloróticas sobre el fruto y las hojas con forma de mosaicos (de ahí el nombre del virus). Dicha clorosis no tiene semejanza con carencias de nutrientes.