Asoportuguesa recorre un largo camino para tener el honor de llegar a los venezolanos

Durante todos estos años, Portuguesa ha sido epicentro de la agricultura venezolana, por su clima y condiciones ambientales, sus extensiones de tierra y recursos naturales, su gente y las asociaciones que agrupan a mujeres y hombres que viven de la actividad rural, los representan, defienden y apoyan, aún en las más arduas circunstancias.

Una de esas organizaciones de tradición en la región, es la Asociación de Productores Rurales del estado Portuguesa (Asoportuguesa), fundada hace 69 años por los mismos pioneros que demarcaron el camino de la modernización de la producción agroalimentaria local y que, desde entonces, ha sido parte importante del desarrollo económico de la región y la alimentación de los venezolanos.

Primeras, segundas y terceras generaciones de familias agrícolas han pasado por Asoportuguesa que encontró en la integración agroalimentaria, su punto fuerte. No se conformó con sembrar y cosechar maíz y arroz, su visión fue más allá, hasta la conformación de silos y plantas que garantizaran a los agricultores la colocación de la materia prima, su procesamiento y comercialización, una vez convertida en alimentos, primero arroz blanco y luego harina de maíz precocida de una marca que rinde tributo al campo: Doña Emilia.

En la unión de todos los eslabones que integran la actividad agroalimentaria, Asoportuguesa encontró la fórmula para fortalecer el trabajo de sus agricultores, darle valor a la cosecha, generar progreso en una época, subsistir en la actualizar, fomentar la producción nacional y generar alimento y sustento para el país.

Ha sido la forma en que Asoportuguesa persista y permanezca dentro de un país en conflicto y deterioro. Al frente de la organización, están Juan Fernando Palacios y Gustavo Moreno Lleras, quienes junto a un equipo técnico, operativo, administrativo y directivo, han asumido los retos de estos tiempos, con la mirada fija en la recuperación de la agricultura y el país.

El apoyo que presta para la investigación, capacitación, siembra y producción agrícola, se integra con la actividad agroaindustrial de las Almacenadoras Asoportuguesa, tres plantas donde se acopia la materia prima, principalmente maíz y arroz, del que se generan arroz blanco de mesa y harina precocida de maíz blanco y también amarillo, una propuesta innovadora que viene a llenar un vacío existente en el mercado.

De la cosecha de los agricultores, la harina de maíz blanco, la harina de maíz amarillo, el arroz blanco Tipo I, el arroz plus y el arroz saborizado con pollo y vegetales Doña Emilia, una marca que sigue creciendo y se amplia, con compromiso y dedicación, luego de recorrer un largo camino para tener el honor de llegar alas manos y estar en la mesa de las familias venezolanas.

No han sido momentos fáciles, han sido decisiones difíciles para momentos críticos y de cambios, que han exigido hacer las cosas diferentes para obtener resultados distintos y, en ese empeño, una vez más Asoportuguesa dio un paso al frente con la creación de Asoproductos Portuguesa, que de ser un Departamento de Repuestos para los agricultores del gremio, se independizó como tienda agrícola, para ofrecer soluciones a todos los productores y a la comunidad, con sus equipos, implementos y repuestos agropecuarios, artículos de ferretería, línea blanca y otros productos con los que se ha ido diversificando.

Asoportuguesa también ha ido avanzando en la conformación de su propio centro de investigación y capacitación “Fundación” que espera consolidar a futuro. Mientras tanto, continúa dedicando buena parte de su labor a las investigaciones en el campo, de las que han nacido variedades de semilla para la siembra de arroz como Pionero 2010 FL, ASP 18 y otros materiales con los que se propone aumentar los rendimientos y mejorar la calidad del cultivo.

Son los agricultores y la agricultura, el punto de inicio y la razón de la existencia de Asoportuguesa.

Para la directiva, el poder vender la cosecha convertida en un empaque de harina precocida de maíz o de arroz en la mesa de cada venezolano, definitivamente ha sido el logro más grande que organización alguna haya alcanzado en Venezuela y es momento en que ese logro se traduzca en apoyo para el reimpulso del agricultor del gremio.