Ing. Agr. M. Sc. Werner Gutiérrez Ferrer
Ex decano de la Facultad de Agronomía de LUZ
Las cifras oficiales sobre producción, disponibilidad y consumo de alimentos en Venezuela han sido desparecidas. Igualmente estamos a ciegas en referencia a los índices de desnutrición y mortalidad en infantes y madres con la evidente e inútil intención del gobierno de esconder el colapso del sistema agroalimentario nacional que en lo personal desde el año 2007 presagié ocurriría. Afortunadamente, contamos con valiosos profesionales como Livia Machado, miembro de la Sociedad Venezolana de Pediatría y Puericultura quién tomando como referencia el Hospital J. M. de los Ríos de Caracas, alertaba recientemente sobre el peligroso incremento en los casos de desnutrición infantil. En 2015, se reportaron 34 casos de desnutrición grave entre niños y adolescentes, aumentando en el 2016, a 110 casos. En el presente año durante el primer semestre, hubo un incremento de 8 casos con respecto al mismo período del año anterior. Ante la advertencia de la doctora Machado ningún venezolano debería permitirse ni un instante de indiferencia «en una semana pueden fallecer hasta cuatro niños en hospitales del país por desnutrición grave o moderada y complicaciones por infecciones o diarrea».
La investigación “Relatos del hambre” realizada en sectores populares de Caracas, por los psicólogos Mikhael Iglesias y Antonio Martins, describe un lamentable paisaje ante el cual los venezolanos deberíamos prohibirnos igualmente el disimulo y olvido «84,54% de los jóvenes siente temor de quedarse sin comida en sus casas, mientras que 54,39% ha tenido que comer menos veces en el día porque no hay alimentos suficientes en el hogar».
Susana Raffalli, profesional venezolana especialista en nutrición, fundamentándose en los indicadores que reporta el estudio de «alerta temprana» de la Fundación Caritas de Venezuela, ha venido continuamente exhortado al gobierno nacional a atender de manera perentoria la «crisis humanitaria» que en su opinión, aun cuando hizo presencia desde 2016, se venía gestando tres años atrás. Según las estadísticas recabadas la desnutrición moderada, severa y grave en infantes entre los 0 a 5 años supera el 10 %, alcanzando en algunas localidades hasta un 13 %, para el primer trimestre de este año, «son niños que por su delgadez, pueden morir de una neumonía. Por su anemia y falta de reservas nutricionales, no son capaces de soportar una diarrea».
Los indicadores de desnutrición infantil presentados por tan calificados profesionales desnudan el total colapso del sistema alimentario venezolano. Es una actitud irresponsable del gobierno nacional, el no reconocerlo. Nos corresponde a 31 millones de venezolanos el ejercer nuestra ciudadanía, el apartarnos del silencio, desprendernos de la desesperanza y sustituir la crítica estéril, por decisiones y acciones individuales y colectivas, que detengan este crimen en contra de nuestra niñez.