Minuta Agropecuaria.-
Como un gran logro mostró el ministro de Agricultura y Tierras, Wilmar Castro Soteldo, la firma de un contrato con Bolivia para importar 60.000 toneladas de soya al país durante los primeros tres meses de 2018 y con miras a importar 90.000 mensuales, dejando a un lado el apoyo e incentivo a la producción nacional.
Desde hace algunos años desde la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro) ha presentado la propuesta de incrementar las áreas de siembra de soya a unas 15.000 hectáreas, las cuales producirían unas 35.625 toneladas del rubro y que representaría una ahorro a la nación de 16.447.500 dólares.
Al igual que la mayoría de los rubros agrícolas del país, la soya ha presentado una disminución de las áreas de siembra y de la producción por la falta de apoyo de parte del Ejecutivo nacional, quien sigue enfocado en establecer alianzas con otras naciones para importar materia prima y alimentos.
Durante este año solo se pudieron cultivar en Venezuela 1.500 hectáreas lo que representa el 0.15% de las hectáreas necesarias para lograr el autoabastecimiento de soya, la cual es usada para la fabricación de aceites comestible y harinas oleoproteinas.
Ante ello, los gremios privados tienen la intención de elevar la siembra del rubro para el 2018 , ya que consideran que por cada dólar invertido en Venezuela para aumentar lo hecho en el país se ahorrarían 7% de lo que se gasta en importar comida y materia prima.
Con todas estas acciones, el Gobierno de Nicolás Maduro sigue demostrando la poca importancia que tiene el campo venezolano en su gestión, ya que no se ven las acciones concretas para recuperar la producción de rubros agrícolas pues en el presupuesto de 2018 no se destinará dinero para el apoyo a los agricultores venezolanos que siguen apostando a llevar el plato a la mesa de la ciudadanía que cada día sufre por la escasez de alimentos. (Ramon Ballester).