Investigadores del Instituto de Salud Tropical de la Universidad de Navarra consideran que entender cómo las bacterias, en concreto la de la Brucella, utiliza el eritritol, una molécula presente en algunos seres vivos, podría ayudar a mejorar las vacunas contra la brucelosis.
El trabajo de los investigadores del Instituto de Salud Tropical Amaia Zúñiga e Ignacio Moriyón ha sido publicado por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), ha informado el centro académico en un comunicado.
Se ha sugerido que la capacidad de la Brucella para utilizar el eritritol está relacionada con los abortos provocados por vacunas actuales, por lo que este descubrimiento podría ayudar a desarrollar otras vacunas más seguras”, ha señalado la investigadora navarra Amaia Zúñiga.
La brucelosis, una enfermedad de animales, puede afectar al ser humano en lo que se conoce como las “Fiebres de Malta”.
Su presencia provoca graves pérdidas económicas y sociales especialmente en lugares con menos recursos, por lo que la Organización Mundial de la Salud la considera una de las principales “enfermedades olvidadas”.
Este estudio, llevado a cabo en colaboración con la Universidad de Namur (Bélgica), la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) y la Universidad de Sarre (Alemania), surgió durante una estancia de la investigadora Amaia Zúñiga en el centro académico belga.