Es una enfermedad que causa pudrición de granos y plántulas de arroz, causada por la Burkholderia glumae que habita en el suelo y que puede vivir en cultivos de tomate, ají, berenjena, perilla y ajonjolí y en varias malezas asociadas al cultivo de arroz. Las lesiones causadas por diferentes insectos y condiciones de estrés facilitan la penetración del organismo, también puede hacerlo por los hidátodos, que son los estomas localizados en el envés y los bordes de sus hojas.
Esta enfermedad se trasmite por la semilla, flores, hojas, y residuos de cosecha. Puede vivir en las raíces del arroz sin mostrar síntomas y durante el embuchamiento crece en los tallos y hojas. El período crítico es durante la emergencia de la panícula y la floración. Se multiplica rápido en las panículas e infecta las espiguillas una vez que salen El daño lo causa el taponamiento de los haces vasculares de la planta causado por la producción de toxoflavina, una toxina que sintetiza la bacteria a temperaturas de 30 a 37°C.
La presencia de esta bacteria ya se encuentra reportada y confirmada en China, Corea, India, Filipinas, Tailandia, y Estados Unidos. Actualmente es limitante económicamente en Colombia, Nicaragua, Venezuela, Costa Rica, Panamá y República Dominicana.
Los síntomas de la enfermedad se pueden presentar en las plántulas, en la vaina de la hoja bandera y en las panículas. Las espiguillas afectadas son de color pajizo, y se presenta decoloración del grano, pudrición y vaneamiento. Bajo condiciones favorables, la bacteria se multiplica rápidamente. Los síntomas aparecen a los 3 días después de inocular las panículas, aumentando el número de panículas afectadas en forma gradual.
La bacteria causa varios tipos de daño: inhibición de la germinación de la semilla, añublo de la panícula, pudrición de vainas, esterilidad de flores y aborto de los granos.
Esta enfermedad puede causar pérdidas en rendimiento hasta de un 80% cuando las condiciones ambientales son favorables para el desarrollo de la bacteria, estas son temperaturas que oscilan entre los 32-37 °C y una humedad relativa superior al 80%. Esta enfermedad es de gran importancia principalmente en Costa Rica y Panamá, donde se presentan estas condiciones ambientales.
La bacteria cuando está presente en la mayoría de los ambientes arroceros afecta todos los materiales que hay en el mercado.
Debido a la gravedad del problema, el agricultor se encuentra muy receptivo a nuevas tecnologías. Esto es positivo, pero la desesperación del caso muchas veces ha generado la utilización equivocada de las herramientas de Manejo Integrado, especialmente del control químico. Ante la pérdida eminente de su producción, muchos agricultores y técnicos han aplicado agroquímicos esperando el control curativo de la enfermedad, e infelizmente han tenido malas experiencias.
El proceso de adopción es más lento, pues es necesaria la capacitación de los responsables sobre el tratamiento, para que los beneficios de esta tecnología sean aprovechados al máximo. En algunos países, el tratamiento de semilla no es una herramienta ampliamente utilizada; el tratamiento de semillas es muy efectivo para la reducción del inóculo de la bacteria.
El control químico es eficiente, pero es necesario utilizar productos de calidad reconocida, dentro de un programa de manejo y de forma absolutamente preventiva, empezando con la desinfección de semillas, y complementando con una aplicación foliar preventiva con el uso del bactericida a base de quinolonas.
1 Comment
Felicito y saludo a Moya Comunicaciones por su lugar en la web, lo cual permite mantenerse al día en la actividad agropecuaria, Además de aplicar sus conocimientos en la búsqueda de mayor productividad en el campo; tan necesario en ésta nueva era de la producción agrícola. Voy a enviarle periódicamente aspectos relacionados con resultados de trabajos de investigación, experiencias de campo e información recibida en cursos realizados.