A propósito de la pérdida del poder adquisitivo y de las fallas en el abastecimiento de algunos productos, en los últimos años los venezolanos han tenido que modificar sus hábitos de consumo. Han dejado de adquirir algunos bienes y han sustituido otros, en un intento por rendir sus ingresos.
Uno de los más recientes gráficos de la firma Ecoanalítica muestra cómo cayó la venta de diferentes rubros en el primer trimestre de este año, en comparación con el mismo período de 2016. Precisa que la venta de bienes de primera necesidad, específicamente de las carnes rojas, cayó 41,6%.
El gráfico destaca que entre enero y marzo de este año la venta de pollo también cayó 47,3%, mientras que la comercialización de los embutidos tuvo una contracción de 27,4%.
Como era de esperarse, las ventas de bienes de lujo y durables han caído en mayor proporción. 0La comercialización de electrodomésticos, por ejemplo, tuvo un retroceso de 79,1%, y la colocación de repuestos se contrajo 60,2%.
Además, precisa que en el primer trimestre la venta de vestido y calzado cayó 69,5%, la de licores (incluida la cerveza) 70%, la de artículos de cuidado personal cerca de 50% y la de gaseosas aproximadamente 55%.
“Casi todo lo que uno cobra (sueldo y bono) lo gasta en comida. Uno va un día al mercado y consigue unos precios y al día siguiente ya todo está más caro. Pero cómo hacemos, no podemos dejar de comer”, expresa Gabriela Reina, vendedora en una zapatería en La Candelaria.
Contó que desde hace más de ocho meses no sale a comer en la calle, tampoco recuerda la última vez que adquirió ropa. “En diciembre compré unas franelitas y zapatos para mi niña, porque es la tradición, pero yo me olvidé de eso. Prefiero tener con qué llenar los platos”.
Poco rentable. Ecoanalítica agregó que el comportamiento en las ventas ha afectado la rentabilidad del sector privado, que además se ha agravado por el deterioro de expectativas sobre la política económica futura.
“Si no se realizan reformas orientadas a eliminar las distorsiones de precios relativos, que han afectado las decisiones de consumo e inversión, así como el ingreso per cápita y su distribución, difícilmente podremos esperar una recuperación de la actividad económica real”.
El nacional