Minuta Agropecuaria.-
Peligra la siembra de caraotas, frijol y quinchoncho del ciclo norte-verano en Portuguesa. Tras el déficit de insumos agrícolas en Venezuela, productores se han visto en la necesidad de mantener guardadas las semillas de leguminosas para asegurar la siembra del próximo ciclo en los cultivos mencionados. Sin embargo, esta acción preventiva se ha visto coartada por funcionarios del Gobierno, tras diversas fiscalizaciones en unidades de producción.
«Los agricultores de forma tradicional guardan su semilla de una cosecha para otra. Se trata de una semilla común, la cual esta contemplada por la misma Ley de Semilla que establece que estos materiales reúnen los requisitos mínimos de calidad y sanidad y que no necesariamente deben estar etiquetados», afirmó Ramón Elías Bolotin presidente de la Asociación de Productores Agrícolas Independientes (PAI) y directivo de Fedeagro quien rechazó que con las fiscalizaciones se pretenda obligar a los productores a vender una semilla que solo es apta para la siembra y no para el consumo humano.
Explicó que mucha de la semilla está envenenada contra plagas y no puede ser consumida por los humanos, «si nos obligan a vender esa semilla nos vamos a quedar sin poder sembrar en el norte-verano, y la población venezolana se va a quedar sin los granos leguminosos que son una proteína de origen vegetal que sustituye a la carne».
Bolotin aseguró que no se trata de un acaparamiento. «Las aspiraciones de los agricultores es incrementar la superficie de cultivo, por lo cual deben tener una importante cantidad de materiales guardados para el próximo ciclo productivo», enfatizó al recordar que en el ciclo 2016-17 se sembraron 25 mil hectáreas de frijol, 4 mil has de caraota y 300 has de quinchoncho.