Minuta Agropecuaria.-
La producción agropecuaria en Venezuela transita por un momento complicado. Aunado a la falta de insumos y la entrega oportuna de ellos, los productores continúan trabajando en un escenario en el que las capacidades productivas para acometer las labores agrícolas no se encuentran en un nivel óptimo, más aún cuando desde el 2014 no ingresan formalmente al país repuestos ni maquinaria agrícola.
Alrededor de 972 millones de dólares es el monto aproximado en divisas que el Gobierno Nacional debiera invertir anualmente por 7 años consecutivos para reactivar la capacidad productiva del país, lo que se traduce en adquisición de repuestos, maquinaria e implementos agrícolas para todo el sector que hoy en día denuncia un «cementerio» de maquinaria en sus fincas.
Antonio Pestana expresidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro) manifestó que aunque el gobierno dedicó importantes inversiones a la adquisición de tractores, cosechadoras e implementos en sus primeros 3 ó 4 años, después progresivamente fue decayendo hasta que en los últimos años monopolizó la compra y distribución de estas herramientas tan necesarias para el campo venezolano.
Según estadísticas proporcionadas por el líder agrícola, basadas en el último censo agrícola, en Venezuela existen 72.049 tractores que representaron para el momento de su adquisición una inversión en dólares de 4.638 millones. El nivel de importaciones anuales para reponerlos es de 4.800 unidades que arroja un monto de 312 millones de dólares.
«Se estima que renovaremos el 80 % de los tractores existentes ya que hay un 20 % que es de baja rotación y poco uso, esto en algunos rubros o sistemas donde el uso del tractor es limitado», explicó.
En cuanto a la capacidad de cosechadoras de cereales, en el país existen 8.250 unidades que costaron en su momento 2.736,75 millones de dólares con un factor de uso aproximado de 18 años, por lo que se calcula se debe importar 367 cosechadoras anualmente bajo una inversión de 122,83 millones de dólares.
Pestana, hizo un similar análisis con los implementos agrícolas, agregando que por cada tractor se necesitan un promedio de 1.47 implementos y que esa reposición se calcula en una inversión de 284.40 millones de dólares, «con respecto a los repuestos, dado que tenemos un parque de maquinaria muy viejo, se considera que se necesitan repuestos equivalentes al 20 % de la inversión existente en cosechadoras e implementos agrícolas. Eso nos arroja un valor de 224,40 millones de dólares en inversión necesaria de repuestos»
Aseguró que la inversión no permite un crecimiento en el área, sino solo reponer la maquinaria existente y hacerla activa para el trabajo del sector primario tanto agrícola como pecuario, «existen algunos rubros menos sensibles a estas necesidades como lo son las hortalizas, raíces y tubérculos; los cuales demandan mucho más mano de obra por la topografía de sus terrenos que no todos pueden utilizar tractores», dijo.
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Si todo el déficit de maquinaria e insumos agrícola como se evidencia, se ha debido a las políticas socializantes monopolicas y asistencialistas del estado. La solución parece obvia:
Hacer lo opuesto a esas políticas tanto del Estado como del productor agropecuario.
A) Incentivos fiscales a la inversión industrial metal mecánica para el ensamblaje o producción nacional de maquinaria e implementos agricolas.
B) políticas de crédito público y privado atractivas y no asistencialista que estimulan la inversión privada en el campo y la asociación de pequeños productores para la administración y uso de maquinaria agrícola de uso temporal tractores pesados y cosechadoras
C)Entrega de la titularidad de la tierra y políticas de acceso a la tierra mediante la venta pura y simple.