Moniliasis del cacao: un hongo mortal

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3 millones de toneladas de cacao se consumen al año, 20 millones de personas dependen directamente de este cultivo. En Ecuador, el cacao involucra alrededor de 100.000 familias de productores. México es el país más afectado, desde el ingreso de la enfermedad en 2005, la producción disminuyó cerca del 60%. En 2013 debido a las altas temperatura se afectó el 70% de la producción. En Chiapas y Tabasco los daños son del 50% de la producción. En Colombia las pérdidas anuales son del 40% de cacao seco. En la región amazónica norte de Ecuador, se pierde más del 40% de la producción, lo que representa 20 millones de dólares por año.

Importancia del cultivo de cacao

El cacao es una planta de origen amazónico, cultivada en la franja geográfica tropical húmeda. En Ecuador, el cacao involucra alrededor de 100.000 familias de productores (80% pequeños productores). Se estima que existen más de 500.000 ha de cacao (más del 80% corresponde a cacao de aroma), establecidas en sistemas agroforestales.

Colombia produjo 47.700 toneladas de cacao en el 2013; el Departamento de Santander es el mayor productor con 48 mil hectáreas.

En el continente americano el mayor productor es Brasil con el 18%; le sigue Ecuador con el 6%, y Colombia y México que contribuyen con el 1% de la producción mundial. Se estima que más de 20 millones de personas dependen directamente de este cultivo y que el 90% de la producción es cosechada de minifundios (menos de 5 hectáreas).

Historia de la enfermedad en América Latina

Los primeros informes confirmados de la enfermedad corresponden a finales del siglo XIX; fue reportado por primera vez en Ecuador en 1895, posteriormente en 1917 se detectó en la región de Quevedo – Ecuador, desde allí se diseminó a Perú y Colombia donde ocasionó el abandono de plantaciones enteras. También hay otra versión que afirma que las primeras apariciones de la enfermedad estuvieron en Colombia en el Departamento de Santander, donde varias plantaciones presentaron síntomas característicos de la enfermedad.

El hongo se ha extendido por toda la región de América Latina, provocando importantes pérdidas en la producción. En Centroamérica y México la enfermedad se extendió en los últimos 50 años (Costa Rica, 1978; Nicaragua, 1979; Honduras, 1997; Guatemala, 2002; Belice, 2004, México, 2005 y El Salvador en el 2009). La presencia de la enfermedad se confirmó en Bolivia en 2012, esto representa una fuerte amenaza para las plantaciones de cacao en Brasil, uno de los principales países productores de cacao a nivel mundial. En Perú, se ratificó en el Departamento de Amazonas en 1988.

Estudios realizados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA, Argentina), permitieron cuantificar la diferente agresividad de la chinche de la alfalfa respecto a la chinche verde, mostrando que la chinche de la alfalfa (P. guildinii) provoca un impacto mayor sobre el rendimiento de la soya.

Infección y sintomatología de la enfermedad 

Moniliophthora roreri es un hongo hemibiotrófico (forman inicialmente una asociación con células vivas y más tarde con tejido muerto), el proceso de infección empieza cuando las conidias o esporas reproductivas del hongo llegan a la superficie de las mazorcas. Allí por condiciones de alta humedad y temperatura germinan y penetran la mazorca, ocasionando daños internos en las primeras etapas de la enfermedad. Los síntomas externos aparecen después de 40 a 80 días de infección con pequeñas manchas oscuras en la superficie de las mazorcas; es decir que las mazorcas infectadas son asintomáticas (sin lesiones visibles) en las primeras etapas de la infección. Posterior a la formación de estas manchas oscuras, se forma un característico polvo blanco en la superficie de las mazorcas infectadas por la presencia de millones de conidias (44 millones por centímetro cuadrado). Este polvo le permite al hongo ser dispersado con facilidad por agua, viento y trabajadores. La incidencia de la enfermedad varía con la variedad, la edad de los frutos y las precipitaciones. En general, la mayor incidencia de la enfermedad es cuando la precipitación es alta. El hongo infecta sólo a los tejidos en crecimiento, especialmente frutos jóvenes.

Impacto de la moniliasis del cacao en América Latina

La enfermedad está presente en 13 países de América Latina (Belice, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Perú, Panamá, Bolivia y Venezuela) con pérdidas estimadas en 80% de la cosecha anual. De cada tres frutos del cacao (denominados mazorcas) afectados por diversas enfermedades, dos mazorcas son lesionadas por moniliasis.

Actualmente México es el país más afectado, desde el ingreso de la enfermedad en 2005, la producción disminuyó cerca del 60%. En 2013 debido a las altas temperatura que se registraron, se afectó el 70% la producción.

En Colombia las pérdidas anuales son del 40% de cacao seco, con mayor impacto en el Departamento de Santander, aunque se reportan pérdidas entre 20 y 90% según la región y el grado de tecnificación de la plantación. En Venezuela está diseminada en el occidente del país y causa pérdidas superiores al 50% de la cosecha en plantaciones con bajo nivel de tecnología.

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Principales paises productores de cacao (ICCO y Cacao México)

 

En la región amazónica norte de Ecuador, que comprende Sucumbíos, Orellana y Napo, existen condiciones ambientales de alta humedad, allí se pierde más del 40% de la producción, es decir 8.000 toneladas de cacao, lo que representa 20 millones de dólares por año. Hay áreas en la mayoría de los países afectados, en donde la moniliasis causa pérdidas superiores al 70%. Igualmente se han reportado pérdidas en clones altamente productivos como “Pound-7” que alcanzó en algunos años casi el 100% de pérdidas en la producción sin ningún tipo de control.

Todos los países productores tienen áreas muy afectadas e incluso en Costa Rica, todavía persisten plantaciones abandonadas debido a la enfermedad. En México en las regiones de Chiapas y Tabasco los daños llegan a casi el 50% de la producción y en Bolivia, en el área del Alto Beni se presentan serios daños con la posibilidad que se sigan incrementando debido a la expansión de la enfermedad.

¿Cuáles son las condiciones que favorecen el desarrollo de la enfermedad?

Las condiciones de alta humedad ambiental y temperatura favorecen el desarrollo del hongo que afecta varios órganos y puede llegar a producir la muerte de planta. A esto se suma que el principal pico de cosecha de cacao usualmente coincide con el periodo lluvioso, lo que causa mayores pérdidas en los cultivos. Más aún, en los lotes con alto sombreamiento.

La enfermedad sigue siendo uno de los principales factores limitantes para la producción de cacao en todos los países infectados.  No obstante hay dos factores atenuantes de la enfermedad en este momento que son:

– Altos precios del cacao que estimulan un mayor control de la enfermedad.

– Existen áreas importantes de producción establecidas libres de la enfermedad o donde la enfermedad apenas      está estableciéndose.

No obstante el desconocimiento de algunas prácticas agronómicas (falta de poda y recolección y posterior eliminación de frutos infectados), la inadecuada selección de material genético y la avanzada edad de los cultivos, favorecen e incrementan la incidencia de enfermedades causadas por hongos, entre ellos la moniliasis.

¿En general, cuales tecnologías se están utilizando para combatir la moniliasis en cacao (protección, biotecnología, mejoramiento genético)?

En el tema de mejoramiento genetico, algunas variedades han mostrado un grado de resistencia mayor y por medio de evaluaciones en campo se han identificado clones con baja incidencia de la enfermedad. Los genotipos que producen los frutos en temporadas secas pueden evadir la enfermedad, sin embargo la siembra de cultivares resistentes presenta dificultades por la amplia variabilidad y adaptación del patógeno.

La biotecnología brinda herramientas para la identificacion molecular de biotipos o razas del organismo para el análisis de la variación genética de las poblaciones del hongo y así neutralizarlo.

En marcha hay grandes esfuerzos para obtener caracteristicas genéticas en la resistencia a Moniliasis. La apuesta del CATIE (Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza) ha sido el mejoramiento genético con en cual han tenido un gran éxito, con cultivares dotados de importante resistencia a esta enfermedad.

Para las condiciones de Ecuador y Colombia se recomienda la remoción semanal de frutos enfermos; aquellos con escoba de bruja, moniliasis y mazorca negra (Phytophtora), pero  esta práctica presenta bajos niveles de adopción por parte de los productores por su alta demanda en mano de obra. Aún no se disponen de variedades con un importante nivel de resistencia genética, aunque claramente existen genotipos con buena resistencia a Moniliasis, que deben constituir un esquema de mejoramiento para explorar la transferencia de ciertas características importantes para el control de la enfermedad.

Existe un paquete tecnológico de manejo integrado de la enfermedad que busca mejorar el cultivo y reducir las fuentes de inóculo.  La principal práctica es la remoción semanal de los frutos enfermos, la cual es efectiva pero muy demandante en costo, esfuerzo y tiempo.  Los productos a base de oxicloruro de cobre y protectores orgánicos han demostrado reducir la incidencia de la enfermedad. Los fungicidas sistémicos como flutolanil han resultado ser altamente eficaces, incluso en ambientes de alta precipitación, pero se debe conocer el momento más adecuado de aplicación del producto.  Dado que las esporas son el único medio de infección, se requiere la aplicación de fungicidas cuando se utiliza semilla para la reproducción, así como en el tratamiento de injertos.

El control biológico, aunque ha sido muy estudiado, todavía no ofrece una alternativa efectiva para el control de la enfermedad.

En la mayoría de los países afectados y ante la carencia de material tolerante en los mismos, el control se hace cultural.  En Centroamérica y México donde los materiales del CATIE se están diseminando, el control es mixto aunque todavía predomina el cultural. De acuerdo al experto Wilbert Phillips-Mora, el uso de variedades mejoradas en combinación con prácticas agrícolas apropiadas, permitiría incrementar la producción y combatir las enfermedades en forma eficaz, duradera, económica y amigable con el ambiente.

¿Qué alternativas son recomendadas dentro de un manejo integrado de enfermedades?

Variedades con algún nivel de resistencia genética a la enfermedad, aunque sea moderado, es la principal estrategia de manejo integral. Este debe combinarse con remoción de frutos enfermos y reducción de los niveles de sombra en las plantaciones, ya que esto genera las condiciones para el desarrollo del hongo. También es recomendable hacer podas en las plantaciones afectadas para controlar la dispersión del hongo. Ademas, es aconsejable la renovación de lotes y el uso de sistemas agroforestales con especies maderables.

Investigaciones realizadas por el INIAP (Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias) dan como resultado que con la aplicación de prácticas integrales de manejo agronómico y sanitario del cultivo (control cultural y químico), se logra incrementar la productividad hasta en un 100%.

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