Minuta Agropecuaria | 05 Octubre 2023
Con el propósito de crear conciencia sobre los beneficios nutricionales del mijo y de su capacidad de proveer alimentos en zonas áridas, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró al 2023 como el Año Internacional de este cultivo.
Se trata de un único cultivo que puede cosecharse en temporada seca, por lo que el mijo puede ser una fuente vital de alimentos para las poblaciones vulnerables a la inseguridad alimentaria.
Este cereal es popular y muy consumido en África y Asia. El término “mijo” abarca un grupo diverso de cereales en el que se incluyen el mijo perla, el mijo común, el mijo de cola de zorra, el mijo japonés, el mijo pequeño, el mijo koda, el mijo marrón, el mijo africano y el mijo de Guinea, así como el fonio, el sorgo (o gran mijo) y el tef.
Pertenece a la familia de las gramíneas, al igual que otros cereales como el maíz, el trigo o la avena, y se caracteriza por ser muy digestivo, fácil de cocinar y de elevado valor nutricional. Contiene un alto contenido proteico, posee vitaminas B1, B2, y B9 y es uno de los cereales que más cantidad de hierro y magnesio poseen. Además, no tiene gluten, lo que lo hace ideal para las personas celiacas.
El mijo es la materia prima principal para la elaboración de atoles y bebidas ácido-fermentadas que son muy consumidas en regiones subdesarrolladas del mundo, donde los nutrientes de la dieta están basados en el consumo de este tipo de alimentos.
La siembra es muy tolerante a sequías. Puede cultivarse en condiciones climáticas adversas y cambiantes, dado que puede crecer en tierras áridas con una cantidad mínima de insumos. Esta característica le otorga otro valor agregado al mijo, pues con una producción sostenible podría convertirse en una solución ideal para que los países aumenten su autosuficiencia y disminuyan la dependencia de la importación de cereales.