Si hay algo que trae de cabeza al sector de la agricultura, al margen de los hongos que marchitan las hojas y tallos de las plantas, son los hongos que viven en el suelo. Estos son prácticamente imposibles de eliminar.
Por tal razón, surge la idea de buscar soluciones que ayuden a combatir los hongos que afectan a los cultivos. En esto, trabaja un equipo de investigación internacional de la Universidad de Córdoba y la Università degli Studi del Molise en Campobasso, Italia, quienes en conjunto han demostrado los mecanismos mediante los cuales una bacteria en concreto, la Rahnella aquatilis, logra penetrar en la planta y protegerla del hongo Fusarium oxysporum, que coloniza las plantas a través de sus raíces y que resulta letal para ellas.
Los resultados demuestran que la bacteria es capaz de detectar químicamente la presencia del hongo en el suelo y lo utiliza como vehículo para llegar a la raíz» explica Antonio Di Pietro, catedrático del Departamento de Genética de la Universidad de Córdoba y uno de los directores del estudio. Lo hace siguiendo las hifas del hongo, unos pequeños filamentos que le permiten crear una especie de red en el suelo en torno a la raíz. Una vez llega a la raíz de la planta, la bacteria consigue penetrarla y colonizarla.
Es entonces cuando la Rahnella aquatilis comienza a producir grandes cantidades de ácido glucónico, un compuesto que no sólo no daña a la planta sino que le permite mejorar su capacidad de absorber compuestos del suelo como hierro y otros metales y que consigue protegerla del ataque del hongo.
El estudio destaca la importancia de la colaboración internacional ya que el equipo italiano había estado estudiando esta bacteria durante los últimos años mientras que el equipo de la Universidad de Córdoba, por su parte, se había dedicado a investigar el mecanismo de acción del hongo. Esta colaboración ha permitido generar un conocimiento que supone un gran avance en el ámbito de la agricultura ya que permite avanzar hacia sistemas de protección de las plantas contra los hongos fitopatógenos de forma mucho más sostenible y beneficiosa para el medioambiente.