Debido a las fuertes olas de calor que afectan las principales zonas productoras dedicadas al cultivo de cebolla se redujo a un 14% este año 2020.
Normalmente, el 30% de la producción española se compone de calibres grandes, pero este año su cuota no superará el 10%. Como resultado, se prevé una reducción de los volúmenes de producción de aproximadamente un 40% con respecto al año pasado.
Ante estas previsiones, los mercados quieren asegurarse de que contarán con suficientes cebollas y la demanda, por tanto, ha aumentado significativamente, así como los precios tanto para los agricultores como para el comercio. Está prevista una falta considerable de calibres grandes, lo que provocará un aumento de sus precios mucho mayor respecto a los tamaños medianos y pequeños.
También cabe destacar, que India ha prohibido la exportación de cebollas, lo cual ha contribuido a que se incremente la demanda de cebollas españolas (sobre todo rojas y blancas) en Oriente Medio y Asia, pero en especial en Europa, porque los exportadores holandeses están enviando grandes cantidades a los mercados extraeuropeos.